Si una premiación no tiene la intensidad necesaria en cuanto a moda, todos esperan a que ella llegue a salvar el momento. Porque hay pocas actrices como Cate Blanchett, quien además de arrasar con premios, crítica y encanto, ella también gusta de llevar los mejores trajes en la afombra roja. Ya sean Givenchy, Balenciaga vintage o Dior, nunca ha dejado de sorprender desde que irrumpiera en el cine a fines de los ’90 desde su natal Australia.
Blanchett mostró desde el principio una dedicación no solo por el oficio de la actuación, sino también por encontrar una imagen acorde a su status. Así, mostró en 1997 en una de sus primera incursiones sobre una alfombra roja, un gusto definido: llevó uno de los vestidos largos con detalles en chinoiserie que John Galliano ideó para Dior. Desde allí, ya sea en el estreno de “Elizabeth” o “Bandits”, Blanchett le tomó el gusto a la alta costura y nunca más se despegó de ciertas marcas. Armani Privé, Valentino, Alexander McQueen, Givenchy y uno que otro diseñador joven como Prabal Gurung y Esteban Cortázar completan la escena.
El primer Oscar que ganó, por interpretar a Katharine Hepburn en “El aviador” el año 2005, lo recibió en un traje amarillo confeccionado por Valentino. Para su segundo Oscar, Blanchett decidió vestir de Armani Privé brillante en la ceremonia 2014, la cual la premió por “Blue Jasmine” de Woody Allen. Pero en otras ocasiones en las que no ha tenido inspiración necesariamente romántica, la actriz vistió de Jean Paul Gaultier, en atuendos que mostraron su espalda con joyas y largas colas, un recurso que explotó de buena manera y ahora hace lo mismo con encajes y bordados brillantes. Para la premiere de “Carol” (2015), la película que la une románticamente a Rooney Mara en la pantalla, se enfundó en trajes de Schiaparelli, McQueen y Givenchy con sencilla estampa pero delicados detalles, demostrando que es el buen gusto y estilo propio lo que triunfa por sobre cualquier otro elemento.
Fotos: Zimbio.
