A principios de los años ’90, Diana de Gales buscaba despojarse de ese famoso apellido real y finalmente emerger como una nueva persona. Luego de su separación y la salida pública de una biografía que contaba todos sus problemas maritales. Diana iniciaba una nueva etapa y para ello, requería un estilo mucho más relajado y moderno. Así, primero consiguió experimentar con trajes y luego vestidos más sensuales algunos factura de Gianni Versace, a quien conoció en los ’80.
Cuando la Reina le encargó adoptar una política pública que la viera haciendo trabajo de caridad, Diana no dudó en ayudar lo que más podía a quienes realmente estaban lejos de ser aceptados: aquellos que vivían con VIH y quienes estaban muriendo de SIDA. Desde mediados de los ’80, la princesa siempre cooperaba con esta causa y ya en los ’90, su ayuda se hizo aun más fuerte. Gracias a ello, se hizo muy cercana a Elton John y junto a Gianni Versace, hasta lanzaban libros fotográficos para recaudar fondos y cuando subastó sus vestidos más famosos en 1997, todo lo recaudado también iría a esa causa. En 1995 comenzó a llevar atuendos firmados por el italiano, como un traje de dos piezas elegante a lo Jackie O en rosa o un vestido largo en púrpura, que llevó en 1996.
Diana también llevó otros famosos modelos de la firma, como el vestido blanco corto o el largo satinado en celeste de un hombro en su visita a Sydney, que luego copiaría Jacques Azagury para Naomi Watts en la película “Diana” (2013). En 1997, Gianni Versace era asesinado y Diana se preguntaba si pasaría algo similar con ella. Asistió al funeral con Elton John y allí se reunió con Sting, Karl Lagerfeld, André Leon Talley y muchos otros famosos. Tiempo después, sería ella la que también vería el fin de sus días y en su funeral, Elton John cantaría la canción que le compuso a Marilyn Monroe, “Candle in the Wind”.
Fotos: Zimbio.