Al momento de asumir como esposa de Carlos en Inglaterra y por ende como la nueva Princesa, Diana tuvo que cuidar varios detalles de su imagen, entre ellos, la manera en cómo vestía. Mientras conocía y llevaba estilos diferentes para las ocasiones oficiales y familiares, algunos diseñadores se acercaron mucho más a su mundo personal, entre ellos Bruce Oldfield. El diseñador actuó incluso como una especie de Asesor de Imagen/Estilista para Diana, ayudándole a ganar confianza con la manera en la que se veía frente al mundo.
En 1985, Lord Snowdon retrató a la Princesa llevando un traje negro de terciopelo confeccionado por Oldfield. El joven diseñador conoció a Diana cuando ambos colaboraban en fiestas de caridad, acercándose aun más cuando la inglesa dio vuelta al mundo a través de sus vestidos en periódicos y revistas. Uno de los modelos que más destacaron de esta etapa en los ’80 fue un modelo plisado de lamé cruzado, una oda futurista inspirada por Thierry Mugler que Oldfield confeccionó dejando incluso una reveladora espalda con detalles.
En 1983, también había sido visto llevando un traje de capas ligeras y cinturón metalizado, otro estilo moderno para la entonces tímida Princesa. Oldfield ya se había hecho un nombre en la moda con anterioridad a este encuentro Real; durante los ’70, fue uno de los nuevos talentos que aparecía en la bohemia de la mano de Jerry Hall, Marie Helvin, Bianca Jagger y también había vestido a Anjelica Huston en la portada de Vogue en 1974, la misma imagen donde Manolo Blahnik aparece como modelo. Pero Oldfield vistió a Diana hasta principios de los ’90, cuando la rubia dejó de llevar sus diseños para concentrarse en un look más atrevido, de vestidos cortos y looks relajados de acuerdo a una nueva vida. Es uno de los pocos diseñadores que vistió a Diana que siguió llevando una carrera reconocida posteriormente; hoy, tiene su propia colección cápsula para John Lewis y viste también a Camilla, la Duquesa de Cornwall.
Fotos: Zimbio, DailyMail.
