Uno de los diseñadores con más experiencia vistiendo a mujeres de la realeza es el británico David Sassoon. A través de su marca Bellville Sassoon, el creativo vistió primero a grandes estrellas internacionales como Audrey Hepburn y Jacqueline Kennedy, para luego convertirse en la firma sensación de los ’70. Ahí fue cuando su camino se cruzó con el de Diana, ayudándole a hacer la transición de tierna adolescente a Princesa admirada por todo el mundo.
Algunos de los modelos más soñadores, originales y brillantes llevados por Diana fueron confeccionados por Sassoon. Justamente cuando la Princesa estaba embarazada, el diseñador tuvo la labor de diseñarle trajes para ocasiones oficiales, siendo uno especialmente popular: en 1981, llevó un vestido celeste bajo los hombros, el cual se transformó en sensación que llevaron al británico a recibir cartas de apoyo y entusiasmo por parte de muchos fanáticos.
Otro momento glorioso de la colaboración entre Diana y Bellville Sassoon se produjo en 1988, cuando la firma le diseñó un vestido en colores alegres y pequeñas flores, el cual se transformó para la Princesa en su “caring dress”. “Lo llevó a hospitales de niños y ellos respondían de manera muy positiva al estilo, lo que la llevó a reutilizarlo en muchas oportunidades”, asegura el diseñador. En 1982, también llevó un vestido floreado de Sassoon en el retrato oficial del bautizo de William. Más de 70 vestidos creó David para Diana, con quien siempre se mantuvo cercano pese a su cambio de vida en los ’90 y a quien siempre en entrevistas dice que “lleva cerca de su corazón”.
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