Legendaria es la rivalidad entre las universidades Cambridge y Oxford, pero también podría decirse que es algo normal si se piensa que estas fueron las primeras universidades que tuvo Gran Bretaña. Fundadas hace más de 800 años, ambas han sido la cuna principal del saber político, científico y literario, y alma mater de los principales exponentes de la cultura universal. Debido a su larguísima tradición, estas universidades cuentan con distintos rituales que incluyen, incluso, un vestuario especial que las distingue, no solo entre ellas, sino entre todas las casas de estudio que se han sumado a esta particular costumbre.
Lo reconocemos sobre todo por los vestuarios para las superproducciones de Harry Potter, los que están basados en una clara referencia a este modo de vestir dentro de las instituciones educativas británicas. Una de las prendas que más resalta a la hora de distinguirse es el uso de las bufandas. Todas las universidades y colleges tienen una. Lo usual es que combinen colores en una serie de dos o más rayas. Además de estar presentes en este tipo de prenda, los colores símbolos de cada universidad también son usados en accesorios que van desde corbatas hasta trofeos.
La importancia de la bufanda en el atuendo académico es tal, que muchas subdivisiones de las universidades o colleges particulares tienen bufandas específicas para cada grupo y ocasión. Por ejemplo, un departamento o club dentro de la institución o aquellos que representan a la universidad en algún deporte pueden usar su propia bufanda distinta a la oficial.
Además de las piezas para abrigar la garganta, otras prendas son fundamentales para completar el vestuario académico. Los trajes de los hombres tienen un sin fin de detalles dependiendo de su grado. Por ejemplo, el traje del estudiante de Oxford se divide principalmente en el clerical y el laico. El clerical no tiene cuello, pero posee un voluminoso material en la espalda y las mangas. Hacia arriba, las mangas tienen una forma acampanada, excepto la de los estudiantes de magister —cuyas mangas son largas y cerradas— y el hábito de los convocantes a doctor, que no tiene mangas. El traje laico derivó de un traje que estuvo de moda durante la época de la reina Elizabeth. Es menos voluminoso que el traje clerical, posee solapa en el cuello y mangas cerradas con una abertura justo encima del codo, excepto por el estudiante plebeyo y los graduados, cuyas mangas cerradas han evolucionado en una especie de serpentina a través de la cual el brazo no pasa.
Encima del traje se suele llevar una capa. Al igual que las otras prendas, la capa tiene diferentes formas según el estudiante que la usa. En Oxford existen tres tipos de capa: la Oxford full shape en escarlata y negro; la Burgon shape y la Oxford simple shape en negro.
El traje del estudiante de Cambridge también se divide según el grado del estudiante: undergraduate, bachelor, magister y doctorado. Todos son abiertos al frente. El estudiante undergraduate usa una versión por debajo de la rodilla del traje del bachelor, de color negro, con las mangas abiertas y la costura del antebrazo abierta. El traje del bachelor y del estudiante de magister es el más común. El del bachelor es negro con grandes mangas en forma de campana. El de magister es similar, excepto porque tiene mangas “bota”, es decir, largas, rectangulares y cerradas a los extremos, con un corte creciente en cada una de las mangas que se curva arriba; además de una abertura horizontal justo arriba del codo. Los doctores, por otro lado, tienen dos formas de vestirse: con el traje negro, similar al de magister; y con el traje escarlata, usado especialmente para ocasiones formales y en los “días escarlata”, mayormente festivales de la Iglesia de Inglaterra como la Pascua y la Navidad.
La capa de los estudiantes de Cambridge puede variar en colores. La mayoría son negras, pero también hay muchas escarlata y damasco, dependiendo del grado del estudiante y de la facultad.
Los trajes académicos son usados por sus estudiantes sobre todo en ocasiones de festejo, ceremonias —tanto religiosas como laicas—, procesos de matrícula, exámenes universitarios importantes y otras situaciones relevantes.
Los colores de cada universidad producen un sentimiento de pertenencia y orgullo en los estudiantes. Gracias a la tradición, el vestuario académico en Gran Bretaña ha podido desarrollarse y mantenerse hasta el día de hoy, creando fraternidades de profesionales que salen al mundo laboral vestidos con la excelencia.