Ines de la Fressange en Montana
Los futuristas de la moda de los ’60, pavimentaron el camino para la locura new wave que veríamos mezclada con el lujo falso típico de los años ’80. Bajo ese camino alternativo y luego consolidado en París, Azzedine Alaïa, Thierry Mugler y especialmente Claude Montana destacaron con luces propias. Pese a ello, Montana es uno de los menos recordados y destacados del pasado, aun cuando ideó siluetas que son difíciles de olvidar, perfumes que estuvieron en todas partes y una leyenda que deja en claro por qué desapareció de la escena.
El francés se transformó en Director Creativo de Lanvin entre 1990 y 1992. Pero antes, fue uno de los talentos nacientes de fines de los años ’70, justo en ese momento donde se cruzaron varios estilos como el disco, la subcultura juvenil punk y new wave, el pop y por supuesto el lujo acentuado en hombreras, dorados y más. Claude Montana era el diseñador perfecto para envasar todo ese sentir a través de la ropa y le dio a la silueta femenina inolvidables momentos. Chaquetas de cuero para hombres y mujeres, vestidos de proporciones infartantes y mucha sensualidad vanguardista era la tónica de las colecciones de Montana, que cesaron en 1997, cuando su empresa se vio envuelta en la bancarrota.
Atrás quedaron sus días de vestir a Cher, a Jeanne Moreau o Charlotte Rampling para los Oscars, de sus pasarelas multitudinarias o sus telas exageradas. Su matrimonio con la musa Wallis Franken fue aun más extraño: celebrado en 1993, dejó una tragedia de proporciones cuando la modelo se suicidó en 1996, lanzándose desde la ventana de la cocina del departamento que compartía con Montana. Varios cercanos a la pareja admitieron que el diseñador tenía un carácter volátil, algo que podría haber incidido en el suicidio. Pero desde ese momento, la vida de Montana se cerró para siempre, dejando atrás cualquier momento de gloria vivido en pasarelas y fiestas.
Fotos: Redlist.