Si nos fijamos en el impacto ambiental durante todo el proceso de fabricación de una de las camisetas de 250 gramos de algodón que tienen en su clóset, sabemos que para producirla se consumen aproximadamente 2.800 litros de agua y se han emitido casi 3,9 kilos de CO2 al ambiente. Si hacemos un cálculo rápido y multiplicamos esto por cada prenda que esta arrimada en el cajón, prenda sobre prenda, llegaríamos a un número que la calculadora no podría entregar, sin contar por supuesto el consumo de agua y las emisiones que se producirán cuando lavemos nuestra prenda semanalmente.
El año 2012, la firma australiana Unreal Fur tomó las riendas de un negocio que por ese entonces planeaba unir la moda ética y el estilo, logrando convertirse en todo un boom. Tiempo después, justo cuando varios grandes diseñadores deciden dejar de utilizar pieles de animales en sus colecciones, revisar las propuestas de Unreal Fur resulta urgente; no solo mezclan distintos estilos en sus colecciones, sino también lo hacen bajo la aprobación oficial de PETA, quien los certificó como marca vegana.
Aprender a leer y poner atención a las etiquetas, con el tiempo se vuelve un rito natural y más cuando comienzas a investigar sobre cómo se fabricó la ropa. No es un misterio que campañas publicitarias, organizaciones sin fines de lucro, grupos activistas y fundaciones han tomado la causa, parándose de frente y alzando la voz. La gran industria que mueve cientos de miles de millones en el mundo ha comenzado a respirar.
“Compartimos los mismos valores y por eso me interesó esta colaboración”, señala el artista Jaden Smith en el video que muestra parte de su trabajo junto a la marca de jeans G-Star RAW. Con ella, el hijo de Will Smith y Jada Pinkett lanzó una colección denim sustentable, que va de la mano con los valores actuales de la moda, que ya está ganando poco a poco la batalla contra utilizar pieles de animales en las pasarelas. Smith relata en el video que la firma holandesa fue la primera en lanzar un par de jeans sin residuos de agua, dejando en claro que además junto a Pharrell, embajador de la marca, el camino sustentable del denim es el que hay que seguir.
La industria del calzado es una verdadera locura; cada par de zapatos que se atraviesa minuto a minuto ante nuestros ojos, son una verdadera obra de arte. Mucho hay detrás esta gran industria con productos que nos obsesionan y en especial a las mujeres de todo el planeta, por que uno no es ninguno y dos tampoco, nada podemos hacer frente uno de los grandes fetiches del mundo entero. Pensar que hace unos treinta años atrás todos estaban obligados a que un par de zapato duraran un tiempo bastante largo, unos cuantos años, llevándolos cada cierto tiempo a reparar, pintar, cambiar plantillas, arreglar suelas, ya que acceder a un buen par de zapatos de cuero era un lujo que pocos podían darse y menos de tenerlos en cantidades industriales en casa como hoy en día.