Es una de esas chicas excepcionales a las que pareciera no importarle cuan de moda estén los cabellos perfectos, la ropa ceñida o el ir por la vida combinando colores fuertes juntos. Ha construido una carrera en base a éxitos en Marc Jacobs y revistas como Vogue Japón, Vogue Italia, Self Service y Pop. Además, conquistó el corazón de un no menos importante personaje: es la esposa del ex vocalista de Pulp, el bien vestido Jarvis Cocker.
Dedicada a elegir la ropa de varias sesiones de fotos importantes, delega su vida entre París y Londres para aparecer en los asientos de desfiles de moda, ante el lente de The Sartorialist y muchas la admiran por su estampa despreocupada, ya que es capaz de combinar una chaqueta masculina bien suelta con los más adorables zapatos violeta. Precisamente, gente como Chloe Sevigny y el fotógrafo Terry Richardson le encargan con devoción las prendas para sus editoriales, que parecen transmitir esa dulzura atemporal que la lleva a moverse entre la onda retro y la vanguardia de los collares a lo Givenchy.
Aunque últimamente han surgido rumores en cuanto a una posible ruptura con Cocker, Camille pareciera no preocuparse de ello. Enfundada en pantalones vintage y la cartera de la última colección de Chloe, aparece en los desfiles de la temporada 2009-2010 despertando una belleza que no tiene nada que ver con su cara de tímida no relacionada con lo típico del concepto. Y siempre sacando partido a sus gustos y a su original look, que la llevó a transformarse en una novia divertida cuando aparecieron esas fotos de la ceremonia con Jarvis, siempre sonriendo de la mano. Aunque esos ya sean los viejos tiempos.