Desde que los diseñadores descubrieron el poder que les otorga la colaboración con actrices y famosas, hemos visto duplas para todos los gustos. Desde Versace con Jennifer López –que dejó para el recuerdo el infartante vestido verde de los Grammys- , hasta Audrey Hepburn y Hubert de Givenchy –que hicieron lo suyo con el little black dress de “Desayuno en Tiffany’s”-, la moda se ha convertido en un negocio que potenciar con la ayuda de las celebridades que están dispuestas a tomarse fotos con los diseñadores de turno, muchas veces apareciendo del brazo de más de uno. Pero en medio de esta empresa, la asociación más realista y creíble se da en una dupla francesa de tomo y lomo: Charlotte Gainsbourg y el diseñador tras Balenciaga, Nicolas Ghesquière.
Luego de trabajar para Jean Paul Gaultier y crear trajes de funerales para la licencia japonesa de la firma, Ghesquière se convirtió en el director creativo de Balenciaga a la edad de 25 años en 1997. Pronto su clásica silueta de pantalón ajustado y top ancho se convirtió en su marca registrada, y le dio aires frescos a la legendaria marca que desde la muerte del propio Cristobal Balenciaga en 1972 no registraba éxitos. Y cuando conoció el año 2000 a Charlotte Gainsbourg en el backstage de su propio desfile, la pareja se convirtió en inseparable.
Por su parte, Charlotte proviene de una exitosa y legendaria dupla que en los ’60 revolucionó la música y las noches parisinas con sus salidas nocturnas: la actriz y cantante inglesa Jane Birkin es su madre, y el cantante francés Serge Gainsbourg su padre. Con semejante herencia, no es de extrañarnos que su estilo sea impecable y represente totalmente esa sencillez chic que no todas logran transmitir. Junto a Ghesquiére, Gainsbourg comenzó a aparecer vestida de Balenciaga en alfombras rojas, premiaciones y la comentada participación como jurado en Cannes 2001, donde vistió de Balenciaga durante 10 días seguidos. Hoy además de llevar sólo vestidos bajo esa marca, Gainsbourg es la musa y rostro de campañas de la firma –como la de otoño del 2008-, además de participar en la creación del primer perfume de la casa en varias décadas, titulado simplemente Balenciaga. Para este año, se viene otro perfume llamado L’Essence que también contará con ella, mientras la dupla da entrevistas juntos expresando su mutua admiración sólo como Yves Saint Laurent y Catherine Deneuve alguna vez representaron.