La sorprendente vida de Yves (segunda parte)

La sorprendente vida de Yves (segunda parte)

Como se expuso en el artículo anterior, la complejidad y el dolor marcaron el final de la década del 60 en la vida de Yves Saint Laurent. Pero aquello fue sino que motivación para construir lo propio y es así como en 1961 funda su casa de modas con la colección “Ligne Trapéze”, que se convirtió en un éxito instantáneo. La imagen y el logotipo de la empresa, un anagrama con las iniciales YSL superpuestas, se encargaron al diseñador gráfico francés Cassandre los cuales siguen en uso hasta hoy.

El apoyo y la colaboración de Pierre Bergé, su amigo, pareja y socio, fue sustancial para la construcción de este nuevo desafío: el generar una empresa sólida. Él sin duda es una pieza clave en la vida de Saint Laurent, ya que constituyó además el apoyo imprescindible que ayudó a Yves a superar sus crisis emocionales para poder seguir creando. A menudo se considera a Bergé como el autoritario gestor que convirtió las ideas de un vulnerable soñador en un negocio millonario. Los más cercanos han manifestado que sus personalidades eran antagónicas, pero los aspectos más profundos de la relación prometen ser mucho más complejos: Saint Laurent se vio expuesto a la luz pública a los veintiún años, cuando la muerte de su maestro le dejó al frente de la mayor casa de costura de los años cincuenta. Aparece como el genio creador trágico y atormentado, como el cuerpo azotado por las adicciones y depresiones. Bergé, en cambio, el emprendedor culto e insaciablemente curioso, a quien Mitterrand coloca como director de la Ópera en la década del ochenta. “Todo el mundo piensa que Yves es el débil, y yo, el duro, pero no me importa. Yo sé la verdad”, le contaba Bergé a The New York Times en el año 2000.

Parte del cuidado y la protección por parte de Bergé a Saint Laurent se basó en diferenciarle de otros diseñadores y distinguirle como artista: Andy Warhol al respecto señaló que el único artista de verdad que había en Francia era Yves. Y sí que lo fue. Sus diseños nunca dejaban indiferentes a los críticos: el desfile de otoño de 1966, se inspiró en el trabajo pictórico de Piet Mondrian y sorprendió con fuerza. Esto se fundaba en su tendencia por coleccionar obras de arte, a las cuales posteriormente rinde homenaje. Desde Picasso, Warhol y Bonnard, Goya o Lichtenstein, su propuesta era el aunar pintura y vestuario como dos técnica mixtas sobre tela.

El mismo año también lanzó el smoking femenino que con el paso del tiempo se convirtió en un hito de su hacer, ya que con él pretendió encontrar para la mujer el equivalente del traje de hombre. Con esta prenda y el resto de sus creaciones se convirtió en el pionero de una moda más democrática, rápida y asequible, pensada para las nuevas generaciones, por la implantación del pret-a-porter como una línea comercial completa; de hecho fue el primer creador de alta costura que presentó una línea de esta nueva categoría de moda. También cabe destacar  su labor como diseñador de escenografía y vestuario para filmes y obras como Cyrano de Bergerac y La Pantera Rosa.

Yves Saint Laurent también tuvo una musa personal, amiga muy cercana quien lo inspiró y ayudó posando para fotógrafos portando sus obras. Se trata de Catherine Deneuve, actriz  francesa, quien se convirtió en ícono de estilo a traves de ésto. A mediados de los años sesenta trabajó en colecciones pensadas para la mujer madura y sofisticada, donde además de Deneuve, la actriz Elizabeth Taylor ,Marlene Dietrich,Farah Diba, la duquesa de Windsor y Sofia Loren, entre otras, usaron sus diseños.

En 1970 sus desfiles destacaron por la presencia de una potente feminidad en vestidos y blusas que dejaban la espalda al descubierto. Pero el hecho de que su colección “Estilo años 40” obtuviera pésimas críticas fue motivo suficiente para que Yves Saint Laurent decidiera abandonar el diseño de vestuario durante los dos años siguientes. A principios de los años setenta hizo de modelo para su colección “Rive Gauche” de pret-a-porter masculino, y llegó a posar desnudo ante la cámara de Jean-Loup Sieff para su perfume, algo totalmente inusual en aquellos tiempos.

Continúa la próxima semana con la tercera parte y final.

Los invitamos, además, a visitar la Biblioteca del Museo de la Moda, ubicada en Avda. Vitacura 4562, Vitacura, Santiago de Chile, de Martes a Viernes desde las 10.00 hasta las 18.00 hrs. Cuenta con una notable colección bibliográfica, donde podrán complementar lo entregado semana a semana en este segmento.

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