Los años ’80 en Londres se convirtieron en el boom de diferentes creativos de la moda que se consolidaron tiempo después. Entre John Galliano y hasta nuestra María Cornejo antes de establecerse en Nueva York, se encontraba la marca Red or Dead, la que de alguna manera fue la respuesta británica a la sátira de Franco Moschino, acomodando ingeniosas ideas y estampados que tuvieron entre sus filas a un jovencísimo Alexander McQueen.