La revista Vogue Paris bajo la dirección de Carine Roitfeld exploró distintos estilos cuando se trató de editoriales. Desde el año 2001 hasta el 2011, Roitfeld transformó a sus modelos favoritas en protagonistas de historias sensuales, romanticismo y hasta ciencia ficción, todo con ayuda de varios fotógrafos famosos. Una de sus historias más populares mostraba a Raquel Zimermmann en trajes de las últimas pasarelas de alta costura, contrastados con el estilo callejero de los graffiti y demostrando que la superposición de estéticas diferentes funciona de manera perfecta en el mundo de la moda editorial.
