La polera es Lupe, el vestido es Aliexpress y los zapatos son Marisa.
Es una tónica que ha llegado a cambiar un poco la cara del modelaje, pero de alguna manera ha estado siempre presente en la industria (aló, Marisa Berenson). La aparición desmedida de hijos de famosos convertidos en modelos, no solamente se ha posicionado como un tópico favorito a la hora de revisar pasarelas en Internet, sino también nos tiene esperando cuál va a ser el próximo rostro que nos recordará a celebridades en forma de adolescentes. Esta vez, son dos nombres que ganaron la lotería genética quienes llegan a llenar campañas y editoriales: la hija de Jude Law y Sadie Frost, Iris y el hijo de Pierce Brosnan, Dylan.
Algunos dicen que la originalidad de la moda y de las cosas en general, solo es palpable hasta fines de los años ’80. Desde esa década en adelante todas las tendencias y estilos que vivimos parecen ser sacados de otras eras; nos mantenemos en revivals constantes, en reinvenciones o inspiraciones que muchas veces parecen obvias. En un lado extremo del