La actriz Dorothy Lamour en un vestido de Edith Head (Jungle Princess, 1936)
El vestuario forma parte importante en el proceso de caracterización de un personaje, y nadie lo hacía mejor en el cine que Edith Head. No solo fue una de las primeras vestuaristas en trabajar tomando en cuenta los gustos y opiniones de las estrellas, sino también en adaptar las figuras de cada década a las tendencias que iban apareciendo. Su fama y apreciación por parte de actrices como Elizabeth Taylor, Grace Kelly o Natalie Wood la tuvo incluso entre las primeras figuras de un estudio que podía trabajar en películas de factura ajena, además de convertirse en la mujer que más Oscars ha ganado gracias a sus ocho premios. Aunque en este punto tampoco estuvo exenta de polémicas: ganó el Oscar por “Roman Holiday” (1954) y “Sabrina” (1955), películas protagonizadas por su querida Audrey Hepburn, las que realmente fueron alabadas por los vestidos y trajes que confeccionó Hubert de Givenchy. Head nunca quiso que su nombre estuviera al lado del diseñador francés en los créditos, así que tomó los premios sin darle méritos al favorito de Hepburn.