La misión que emprendió Diego Labrin el año 2005 fue la de estudiar cine en Argentina, pero finalmente decidió cambiarse a la carrera de Diseño de Indumentaria en la Universidad de Palermo. Oriundo de Perú, el hombre tras la marca Ladrón de Guevara comenzó asistiendo cátedras de diseño por cuatro años, y el año 2009 lanzó su primera colección llamada [DROMEDARIO] y luego, la colección del 2011 la cual llamó [PREFACIO]. “Cada colección es única e irrepetible, y están unidas por la necesidad de mostrar al indumento no solo como objeto estético, sino también como difusor de ideas y herramienta discursiva”, señala Labrin con respecto a su marca, que toma el nombre de su apellido materno.