El año 2000 apareció una típica película que explotaba la sensualidad femenina para llegar a más espectadores, esta vez mezclada con alcohol, música y algo de historia real tras ella. Aunque la historia no trasciende más allá del momento, “Coyote Ugly” logró posicionarse con los años y transformarse en una especie de mala película de culto, una que además de mostrar a varias famosas y modelos en su elenco, contó con las tendencias del momento y una actitud fuerte.Maria Bello interpretaba a la dueña del famoso bar, la que contrataba a chicas jóvenes con buena facha y además con la fuerza necesaria para dejar atrás a los odiosos que las acosaban. Las bartenders eran interpretadas por las ex modelos Michelle Moynaghan –quien luego ganaría fama como la esposa joven de Mr. Big en “Sex and the City”-, y Tyra Banks, quien por esos días se aventuraba en el cine luego de roles y una relación amorosa bajo el amparo de John Singleton. Izabella Miko, una bailarina polaca que luego aparecería en varias cintas sobre danza, era otra de las Coyote Ugly, pero la más importante sin duda era Piper Perabo. La actriz encarnaba a una inocente chica de pueblo que llegaba a Nueva York a cumplir su sueño de cantar, pero en el camino conocía el amor y el bar que le ayudó a sobrevivir.
Han pasado 16 años desde su estreno, pero cada vez que pasan la película en algún canal de cable, es imposible no recordar las tendencias que mostraba en ropa. En 2000, Tom Ford creó para Gucci y su temporada primavera/verano varios vestidos y pantalones con estampados de serpientes, combinando la textura con cuero y blusas trasparentes. ¿Qué hizo Coyote Ugly? Se colgó de esta tendencia mostrando el famoso estampado a lo largo de toda la película, incluyendo también crop tops rockeros y mucho cabello largo suelto. ¿Se acuerdan también de la época country de Madonna con Don’t tell me? Eso fue justo el 2000, así que en la película también alcanzan a aparecer los cinturones de gruesa hebilla vaquera y los ajustados jeans/pantalones de cuero que terminan en pierna para usar botines de tacón. Así, la historia real de la escritora Elizabeth Gilbert –quien también dio vida a “Comer, Amar, Rezar”-, fue trasladada a la pantalla grande luego que rubia publicara un artículo con sus experiencias en la revista GQ a fines de los ’90.
Fotos: Zimbio, Pinterest, BirminghammMail, Movie Stills Database.