¿Santiago, el Miami de Sudamérica?

¿Santiago, el Miami de Sudamérica?

No tenemos las playas fenomenales de la excéntrica ciudad norteamericana, pero al menos tenemos palmeras apiladas en fila en algunas de las avenidas más importantes de nuestra capital y metidas dentro de los centros comerciales. Tenemos las palmeras y también un puñado de marcas de lujo, que agrupadas en sectores como Alonso de Córdova y el Distrito de Lujo de Parque Arauco, atraen a diversos turistas que compran en Chile productos que en sus respectivos países no pueden encontrar. En su mayoría, son brasileños, argentinos y peruanos los que, además de visitar los centros invernales y el Cerro Santa Lucía, incluyen una visita a las tiendas de lujo en sus itinerarios de viajes.

Si alguna vez se preguntó por qué los buses de turismo tienen paradas en Parque Arauco, si le hacía ruido el hecho de que alguien quisiera hacer turismo encerrado en un mall, la respuesta a sus interrogantes es el Distrito de Lujo, el sector inaugurado este año y dedicado sólo a marcas de este tipo en el centro comercial más grande de Santiago. Este espacio contiene 9 tiendas Premium, en una extensión de 7.000 metros cuadrados y ha permitido que las marcas incrementen las ventas de sus productos, pues está ubicado en un sector estratégico de la capital y no cierra los domingos como sí lo hace Alonso de Córdova. Andrea Sandoval, Gerente de Salvatore Ferragamo en Chile, dice que antes de la apertura de la tienda en el Distrito de Lujo, del total de ventas sólo el 5% correspondía a clientes extranjeros. Ahora, con la tienda en Parque Arauco, ese porcentaje se elevó al 30%.

Imagen: QMP Blog.

Argentinos, brasileros y peruanos, los que más compran.

Hasta hace no mucho tiempo atrás, hablar de lujo en Sudamérica, era hablar de Sao Paulo y Buenos Aires . Mientras la primera ciudad se mantiene como el mercado de lujo más grande de la zona, Buenos Aires ha perdido gran cantidad de marcas de bienes suntuarios, principalmente por las políticas restrictivas del gobierno de Cristina Fernández, que han ahuyentado a marcas como Louis Vuitton, Yves Saint Laurent y Escada que decidieron abandonar la Avenida Alvear, nuestro símil de Alonso de Córdova. Eso explica que sean cada día más los argentinos con poder adquisitivo que viajan a nuestro país sólo a consumir los bienes que alguna vez abundaron al otro lado de la cordillera.

Por su parte, a pesar de que Sao Paulo es un mercado enorme y con más marcas de lujo que en Chile, los brasileros que visitan nuestro país prefieren adquirir aquí sus relojes, ropa, zapatos y carteras, debido a que las tasas arancelarias a las importaciones en Brasil, hacen que los bienes de lujo puedan incluso doblar el valor que estos tendrían en cualquier otro país, incluido Chile, cuyas políticas liberales permiten que los productos de lujo puedan entrar con bajas tasas, o incluso con arancel cero. Javier Facuse, Gerente Comercial del grupo chileno HBC Briones, que tiene la representación de marcas como Cartier y Mont Blanc, destaca que son los brasileños los extranjeros que más compran en las boutiques del grupo, especialmente en la época invernal, cuando los cariocas viajan hasta Chile para aprovechar la temporada de nieve.

Perú crece dentro de la región a tasas considerables e incluso ha despertado el interés de marcas de lujo por instalarse en ese mercado, sin embargo la oferta en Chile sigue siendo mayor y los peruanos con poder adquisitivo, que cada día son más, ocupan el tercer lugar en el ranking de consumo en Chile, según Andrea Sandoval de Ferragamo Chile.

Las proyecciones.

Según cifras de la AML (Asociación de Marcas de Lujo), que agrupa a gran parte de las marcas del rubro, el segmento lujo ha crecido 10% en los últimos dos años, superando el propio crecimiento de la economía chilena, lo que constituye todo un logro en un país que b0rdea los 18 millones de habitantes. La desarrollada infraestructura del retail y la estabilidad económica y política de nuestro país han sido los principales ganchos de las marcas para instalarse en nuestro mercado. Se espera que dichos factores se mantengan y que el sector siga creciendo no sólo motivado por las compras de los extranjeros, sino por un aumento de la demanda interna, debido a la favorable situación económica de nuestro país.

Con palmeras o sin palmeras, Santiago es el destino de viaje y compras de muchos turistas, lo que de a poco afianza a nuestra capital como el polo de desarrollo del lujo más interesante de la zona.

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