En el artículo anterior observamos el hacer del notable diseñador de vestuario Marco Correa, que podríamos definir hasta ahora en tres palabras: autodidacta, apasionado y vanguardista. Chileno hito en el ámbito, es absolutamente justo y necesario ahondar sobre su proceder, sus destinos y sus formas. He aquí la segunda parte de cómo se encontró y se enamoró del diseño de vestuario.
Foto portada: http: www.chileancharm.com
En la primera mitad de la década del 70 es invitado a ser ayudante de Elio Berhanyer, diseñador que fusionó la alta costura con el prêt-à-porter y uno de los grandes representantes de la moda española en el mundo. Marco Correa acepta y viaja a Madrid, donde vive tres años. El primer momento lo dedica a formarse en técnica, corte y lenguaje, entre otros aspectos; el segundo, a generar su colección propia (bautizada como “Moai”), donde una vez más toca las formas autóctonas de nuestro país. Al volver a Chile se reincorpora a Tai, el taller de tejidos donde comenzó. El retomar fue potente, no solo en el ámbito creativo ligado al diseño de vestuario, sino también por la manera en que construía las presentaciones de sus colecciones, que como se mencionaba en la entrega anterior, acontecían cargadas de espectacularidad a través de finas coreografías en la pasarela.
Marco Correa era un ser multifacético e inquieto intelectualmente, tocó varios aspectos ligados al arte: no solo creaba sus colecciones, sino también diseñó el vestuario de la Compañía de danza Mobile, donde además participaba como bailarín. Esto generó que, luego del cierre de Tai, se acercara con gran fuerza al diseño para montajes teatrales o artísticos y las producciones dramáticas de Televisión Nacional de Chile. Fue vestuarista en obras como “El Rey Lear” y “¿Quién me escondió los zapatos negros?” y en más de quince teleseries: “Marta a las ocho”, “La Quintrala” y “Sor Teresita de Los Andes” fueron algunas de ellas.
Otro aspecto importante fue su trabajo como autor del diseño de algunos vestidos para los concursos “Miss Chile” y “Miss Universo”, labor que desempeño durante varios años. Él fue autor del vestido típico que utilizó Cecilia Bolocco cuando fue escogida Miss Universo el año 1987.
A comienzos del año 1992 Marco Correa enferma gravemente, mientras desarrollaba el vestuario para la teleserie “Jaque Mate”. Lamentablemente no pudo sobreponerse y fallece en Noviembre de ese año, a los 49 años de edad. Sin duda nos deja dos grandes legados: el hacer bien desde lo múltiple y la “moda latinoamericana” o “moda autóctona”, ya que fue el primero en elaborar una propuesta que abstrae y rescata las formas y colores del vestuario perteneciente a los pueblo originarios de nuestro país.
Sin duda Marco Correa es inmortal… a través de su hacer.