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Cuando empezamos VisteLaCalle (David A., David B y yo) sólo partimos con la idea de que esto podía ser interesante ya que no existía este tipo de registro en Chile (y por ese entonces nos gustaban fruits, street, hellooks y the sartorialist), por otra parte era algo que estaba completamente vinculado a mi trabajo desde mis 17 años: la moda. Pero nunca pensamos en lo que se convertiría a futuro y a medida que empezamos a ver la reacción de la gente y a sentir la exquisita sensación de ver que sí pasan cosas en nuestras calles las expectativas fueron creciendo, y ya no sólo queríamos saber lo que la gente usaba, o los lugares en dónde compraba su ropa, sino que también quisimos saber que percibían, que olores les gustaba sentir y con los que se sentían cómodos, y de ahí surgió la pregunta, ¿Qué perfume usas? Luego y como una manera de contextualizar los estilos les preguntamos qué música escuchan y con eso nos dieron más información sobre ellos, estás personas que valientemente se atrevían a ser fotografiados por una extraña para después ser expuestos en una plataforma web en la que la gente pudiera comentar sobre su vestuario y abrir un debate inexistente hasta el momento sobre el look de otro.
Cuando comencé con VLC estaba en mi último año de Psicología por lo que fue una manera de acompañar mi proceso. Luego realicé un diplomado de Psicología Jungiana en donde me maravillé con el inconsciente colectivo que tan bien se une a la hora de pesquisar tendencias en el mundo en donde diferentes sujetos pertenecientes a diversos países van utilizando un lenguaje común en cuanto al vestir aún cuando no se conectan, conozcan o perciben de manera directa. Luego vino la tesis realizada con Josephine Schulin, en donde nos focalizamos en el cuerpo desde la mirada de Alexander Lowen y esto ayudó a poner particular atención en los diversos tipos de movimientos que van desde la manera de caminar, comunicarse, expresarse y moverse. Posteriormente y como una manera de complementar esta etapa realicé el postítulo “Psicoterapia Corporal Relacional” en donde seguí maravillándome con la importancia del cuerpo y para mi trabajo final generé un vínculo con VLC realizando mi proyecto sobre “Mente, cuerpo y la extensión necesaria: el vestuario” y con esto, he podido ir vinculando mis grandes búsquedas de sentido, las que se han ido develando con algo tan superficialmente necesario como lo es vestuario.
Por todo lo anterior es que me parece de total interés el resultado que se da con la elección del vestuario ya que esto sólo habla de cada uno de los sujetos que opta por cada prenda y por cada forma de expresarse a través del vestuario. Los distintos elementos que componen la moda, es decir, el vestir, están cargados de significados y personalizados de un valor simbólico y por lo tanto asume la función de signo y de expresión no verbal ya sea desde el inconsciente o desde una expresión de consumo.
En VisteLaCalle la información está a disposición de todos, y cada uno la puede tomar de donde sienta, pero siempre y cuando se respete la posición del otro que está contribuyendo para mostrar y exponer las diversas identidades que acompañan nuestro vestir.
Lo que se está construyendo en VLC si bien sabemos dónde comienza, no tenemos idea hasta donde va a llegar, pero de lo que estamos seguros es que crece muy rápido, y para entender en qué está sólo hay que tomar un poco de atención y ver lo que se está gestando. Le agradezco tremendamente a todos los miembros y colaboradores de VLC desde sus inicios: David A, David B, Carmen Muñoz, Luis Miranda, Camila Valenzuela, Coni Aravena, Daniela Assael, Lucy Cominetti, Juan Pablo Barrera, Marcelo Celis, María Fernanda Piedra, Karina Vukovic, Andrea Martínez y Sofia Beauchet porque sin ellos todo esto no sería posible… pero como hoy cumplimos 1000 looks, le quiero dar un especial agradecimiento a mi fotógrafo colaborador estrella Esteban Pomar, quien me ayuda con esta tremenda misión.
Feliz 1000 fotografías de los diversos looks que existen en las diferentes maneras de expresar nuestro ser. Muchas gracias por acompañarnos día a día!
“Al igual que la concha abandonada de cualquier criatura parece muerte y vacía, la toga o el traje una vez abandonados parece sin vida, inanimado y alienado de su propietario. Esta sensación de alienación del cuerpo es aún más profunda cuando la prenda o los zapatos todavía llevan las marcas del cuerpo, cuando la forma de los brazos o de los pies son claramente visibles. Sin embargo, la prenda cotidiana siempre es algo más que una concha, es un aspecto intimo de la experiencia y de la presentación de la identidad y esta tan estrechamente vinculada con la identidad de estos tres –prenda, cuerpo e identidad- que no se perciben por separado, sino simultáneamente como una totalidad”. Entwistle (2002)
