En todos lados nos dicen: Hay que invertir en un fondo de armario antes de, temporada tras temporada, gastarnos hasta el último peso en extravagantes prendas de última que estarán obsoletas el próximo viernes. ¿Y que es eso del fondo de armario? Pues los básicos, aquellas prendas clásicas y combinables que nos aseguran estar bien vestidas en toda ocasión. Sin embargo, aunque creo en ésta afirmación como una verdad y trato de cumplirla, me he dado cuenta que mis “Básicos”, con mayúscula, han cambiado a lo largo de mi vida, asi como también los de las mujeres a mi alrededor. También, que mis prendas indispensables no tienen nada que ver con los de mis amigas o las que nos recomiendan.
Un ejemplo práctico para entender la situación: Según todos los “entendidos”, una mujer con un buen fondo de armario no puede prescindir, entre otras cosas, de:
- Un trench beige.
- Un Little Black dress.
- Un par de buenos tacos altos (negros o color nude).
- Una camisa blanca.
- Un abrigo negro.
- Un traje sastre de dos piezas.
(Las prendas varían según el autor, sin embargo, todos repetirán una y otra vez éstas). Pero pensemos un segundo… ¿De que le sirven éstas prendas a una estudiante de Educación de Párvulos, por ejemplo? ¿De que le sirve a una mujer de 21 años un traje sastre de dos piezas? , ¿Que pasa con aquellas que odian el color negro? (las hay, aunque no lo crean).
Durante mi vida, yo he necesitado con urgencia ciertas prendas “perfectas” (o que en su momento crei perfectas) y que después olvidé por completo: Me pasó con la perfecta polera blanca (ya renuncié a encontrarla, aparte, el blanco en la parte de arriba no va con mi tipo de cuerpo), al perfecto vestido negro (todos los que he tenido han sido perfectos …para una sola ocasión); La perfecta camiseta de pantie (de fibra suave, que no me pique, que no se suba, con sesgo en negro opaco, ufff, imposible). Este invierno, sin ir más lejos, busqué hasta el hartazgo la perfecta parka (no se preocupen en buscarla, no existe)… Sin embargo, todavía sigo buscando el pantalón negro perfecto, ese que (en mi cabeza) me alargará las piernas a kilómetros; La chaqueta de cuero perfecta, esa igualita a la de Chanel Imán (También en la foto de arriba) y también el vestido de cocktail perfecto que me sacará de apuro en todas las situaciónes formales (no pido nada, como ven). Afortunadamente, algunos de mis básicos ya los encontré, como los jeans pitillos perfectos en color, calce y largo, el chalequito marinero blanco con lineas azules perfecto, la sudadera negra que es casi un mini vestido…
En fin. Para algunas, su fondo de armario se compone de minifaldas de cuero, para otras, de vestidos floreados y panties de lana. Todo depende de cada quien. Ahora les toca a ustedes: ¿Cuáles son sus fondos de armario? ¿Qué prendas perfectas buscan por el mundo y no encuentran? ¿Cuáles ya tienen?
