Como algunos ya sabrán la edición de agosto de Vogue Italia publicó una editorial que ha causado gran revuelo por evocar el derrame de petróleo ocurrido recientemente en el Golfo de México por parte de la compañía BP. En “Water & Oil”, la modelo Kristen McMenamy aparece arrasada por el combustible en imágenes que según Franca Sozzani, editora en jefe de la publicación, buscan generar conciencia de que debemos cuidar la naturaleza.
La polémica se produce porque muchos opinan que se trata de una medida efectista para vender más ejemplares y que embellecer la tragedia del derrame a través de una editorial que finalmente busca vender ropa es una acción insensible, además de ser un despilfarro de dinero al arruinar carísimas prendas de lujo.
Personalmente, hace tiempo que una editorial no me removía más allá del encanto que me producía la belleza de su composición, pero cuando vi este trabajo una vez más volvió a mí la sensación de que estamos haciendo las cosas mal. ¿Sirve de algo que una revista de moda provoque eso? Claro que sí. ¿Es mejor quedarse callado y no hacer nada para no herir sensibilidades? Claro que no.
Qué importa si se venden más ediciones de Vogue Italia o si el objetivo final es comercializar ropa. Creo que habla muy bien del equipo de esta revista el usar una editorial de moda de una manera crítica y demuestra que al menos ellos no están tan anestesiados entre medio de cerros de pantalones talla 36 y pueden opinar, a través de su trabajo y de lo que saben hacer mejor, sobre lo que ocurre más allá de sus narices. Por lo demás, me da la sensación de que si esto hubiera sido una instalación en un museo hubiera alcanzado respeto como manifestación artística, pero como es sólo una editorial de moda, inmediatamente se lo tilda de frívolo.
Finalmente, concuerdo con que es un trabajo que puede resultar bello… pero tristemente bello. Larga vida a Vogue Italia.
Water & Oil/Fotografía: Steven Meisel/Estilismo: Karl Templer/Modelo: Kristen McMenamy