Odio mi pelo

Odio mi pelo

A lo largo de mi vida, a través de todos los grupos de mujeres en que he estado – Amigas, familia, compañeras de curso, universidad y de trabajo- he escuchado miles de veces la frase: Odio mi pelo.

¿Cómo es posible que mujeres con pelo envidiables y sanos, según mis estándares, digan odiar su pelo? ¿Cómo es posible que NINGUNA diga: Siempre he tenido pelo increíble y no le haría nada jamás? Pensando en el tema, llegué a dos conclusiones: Primera, que las mujeres estamos básicamente programadas para nunca estar contentas con nosotras mismas ni con lo que nos tocó (es parte de nuestra naturaleza, como los pies frios), pero también, creo que básicamente es porque en Chile tenemos 3 grandes tipos de pelo que se repiten y que cuentan con problemas particulares cada uno. No soy peluquera, por lo que todo estas clasificaciones se basan en la observación y en lo que he visto a mi alrededor; y obviamente dentro de cada uno hay variaciones, y puntos medios, pero creo que los siguientes grupos representan bastante bien a nuestras cabezas nacionales y sus respectivos problemas.

El pelo chuzo: Herencia indudable de nuestros antepasados indígenas, está presente en toda la sociedad por igual. Es abundante, grueso hasta llegar a puntos increíbles en algunos casos (tipo crin de caballo) y generalmente tiende a graso. Es por eso que presenta problemas de caspa y poco brillo, y su abundancia no ayuda con el problema. Al menos yo, como ejemplar y orgullosa dueña de pelo chuzo, aprendí a controlarlo, primero mediante cortes con capas (que disimulan la cantidad) y porteriormente, a través de hacerme cortes que aprovecharan su abundancia y lacio (cuando me hice un peinado tipo Johnny Ramone maté). Por supuesto, el tema de la grasitud es combatible con lavados frecuentes y shampoos especiales, además de los miles de remedios caseros disponibles.

El rizado, pero no tanto: Es, quizás (aunque tengo mis dudas) el tipo de pelo más común del pais. No me refiero al crespo-crespo caribeño, sino a ese ondulado raro, ni si, ni no, que vemos en todos lados. Es más bien grueso (aunque variable), rebelde y que comparte varias características con el chuzo, pero se distingue porque va variando en intensidad de onda según el largo del pelo. Mientras está corto, es un rizo definido y claro, pero a medida que crece se va haciendo cada vez más liso (por el peso, claro). El problema más grande de este tipo de pelo es el frizz y la humedad, lo que lo vuelven incontrolable y un dolor de cabeza para la portadora. La solución, según las consultadas con este tipo de pelo, es mantenerlo siempre a raya con productos que eviten el efecto “eléctrico” y mantenerlo lo más hidratado posible, con buenos productos. Otros tips de amigas “onduladas” son usar el secador lo menos posible (infla el pelo como nada) y tratar de peinar siempre con peines de dientes anchos.

El “rubio”: Aceptémoslo, hay pocas rubias naturales en nuestro pais, y las que acá pasan por rubias serían una “brunette” en cualquier otra parte parte del mundo. A falta de rubias, tenemos un montón de “cuando chica tenia el pelo casi blanco, pero despues se me oscureció”, o sea, castañas que van del castaño claro hasta el oscuro-casi-negro. Sus problemas, en general, van por el lado de la falta de volumen, la escasez y por lo delgado del pelo, lo que hace el pelo seco y fome. Más encima, muchas de las representantes de este grupo que conozco son adictas a la plancha diaria, lo que lo daña aun más. La solución, como siempre, es aceptar la naturaleza del pelo fino y dejarlo lo más natural posible, esto es, sin peinados tirantes, sin plancharlo y usando en lo posible, peinados con movimiento (como las melenas a los hombros), o los largos con capas. Otro truco de amigas con pelo finisimo es siempre secarlo con la cabeza hacia abajo, lo que hace que las raices se lavanten y se disminuya el efecto “marraqueta”. Indispensable es cortar las puntas cada mes, lo que lo ayudara a crecer más fuerte y a evitar el efecto pajoso (que es más frecuente en este tipo de pelos).

Como consejo general, como leia por ahi, las soluciones para todas van por el lado de aceptar las características de cada pelo, darnos cuenta de sus ventajas y sacar partido a cada uno, a no ser que se quiera ser esclava perpetua de la planchita, la cola de caballo (que también daña la fibra del pelo) y del brushing, pero sin duda, cada una tiene sus propios tips para domar los defectos de cada pelo. Ahora es el turno de ustedes: Se aceptan tips, consejos y demases.

Comentarios

También te puede interesar