Colaboración por Adriana Conde
Hace más de cinco años, el matrimonio de los diseñadores españoles Ángel Vilda y César Olivar, se convirtió en una unión profesional, además de sacramental, al fundar la marca Brain&Beast. A este nuevo oficio también se unió un tercer miembro, la ex alumna de ambos socios Verónica Raposo, para formar un “ménage à trois” con roles muy bien definidos. Ángel es quien se encarga de la parte creativa; pensar el concepto, y diseñar las colecciones y los patrones; mientras César hace el control de calidad y aporta el toque de sensatez, y Verónica gestiona la comunicación y el retoque de imágenes y estampados, entre otras cosas.
Esta suma de esfuerzos ha dado resultados tan exitosos como recibir el premio de la duodécima edición de la pasarela 080 Barcelona y abrir su propia tienda en uno de los barrios más famosos de esta ciudad, el Borne, en mitad de una feroz crisis económica.
Las emociones de estas tres “bestias” se mezclan con su parte más racional en cada una de sus colecciones, representadas bajo el logo de un gorila a punto de morderte. Sus piezas son naturales, irónicas, y honestas a los gustos de sus creadores, con sentido del humor e irreverencia, pero también romanticismo, mística y un toque erótico.
La marca trabajas sus colecciones tanto para hombre como para mujer, bajo conceptos abstractos muy elaborados con referencias a películas, dibujos animados, personajes célebres y grupos musicales con los que se identifican o que les gustan para los estampados. En cierto modo, esto apela a la cultura de los medios de comunicación que todos podemos reconocer, cosa que acerca la marca al consumidor “real” y al pop-art warholiano.
Toman también tejidos, cenefas, texturas, o cortes, y los mezclan en prendas que constituyen un patchwork de influencias, siempre balanceadas y en su justa medida. Ése es el secreto del éxito de Brain&Beast, el saber apostar por algo sin llegar al hartazgo, hacer ropa llevable que atrae a la gente de la calle y no solo a los especialistas que acuden a las pasarelas, siendo siempre fieles a un concepto arriesgado, pero familiar para todos.
Los colores son —junto a todo lo mencionado— otro elemento que define las colecciones de esta firma. Tonalidades vivas, pero bien combinadas en un perfecto estudio cromático con aire de ese famoso “sello Barcelona” en el diseño textil. El resultado es, como dice Ángel Vilda en una entrevista, “bueno, bonito y asequible”. En su última colección invierno 2015-16, a la que han llamado “Maniac”, podemos ver prendas inspiradas en enfermedades mentales, en el equilibrio entre el amor y la muerte, entre el impulso destructivo del ser humano y nuestro deseo de vivir. Los colores predominantes son el blanco, el negro y el rojo sangre, como no, en poleras, polerones, faldas y vestidos con patrones de estilo victoriano.
Imágenes de: brainandbeast.com
