Laura Ameba es una artista chilena que actualmente vive entre España y Japón, luego de haber agarrado sus hilos y haber forjado su rumbo en el exterior. Los bordados de su abuela y la pasión por el trabajo hecho a mano la llevaron a estudiar Diseño de Modas en Barcelona con especialización en tejidos de alta costura en L’Ecole Lesage de París, pero ahora se dedica a enseñar la técnica del bordado ruso, o bordado con relieve, a decenas de catalanes y japoneses que piden a gritos sus talleres. “La técnica consiste en perforar el tejido para crear un bordado tridimensional, el cual yo llamo aguja mágica por la antigua tradición que mantiene la mujer creadora del utensilio que utilizo en mis clases”, nos cuenta la artista desde Tokio.
La aguja mágica, la aguja veloz, la aguja que borda sola y canta, la aguja fantástica, etc, da igual el nombre que usemos, ya que hay un nombre que lo agrupa en una sola definición y esa es punchneedle que viene siendo lo mismo que su traducción directa al español: una aguja que pincha, nos cuenta Laura, quien conoció la técnica gracias a un personaje de la calle Rosas, la Sra. Wassa, una inmigrante rusa que enseña a quien le pida las bondades y puntos detrás de esta técnica.
-¿Cuáles son las bondades de este tipo aguja y cómo fue tu encuentro con la Sra. Wassa?
-Las agujas punchneedle son muy diversas. Hay diferentes tamaños, formas y colores para coleccionar, y se pueden encontrar en diversos países, tanto en mercados como en la calle. Lo bueno de estas agujas es que te permiten bordar de manera rápida y práctica, y usarlas es muy sencillo ya que solo tienes que pinchar la aguja en la tela. Evidentemente tiene sus trucos, pero el resultado en sí es muy interesante, sobre todo para decorar cosas o costumizar la ropa.
Cuando abandoné Diseño de Modas me matriculé en la escuela de la Donna en Barcelona para aprender bordado. Luego, en un viaje a Santiago fui a Rosas a comprar materiales. La señora Wassa estaba vendiendo sus agujas, y me las presentó como “aguja mágica”. Yo me quedé mirando, ella me enseñó lo básico –no me salió nada ese día en la calle–, y el resto vino investigando, mirando libros y vídeos de YouTube.
Flores, paisajes, personajes imaginarios y hasta carátulas de discos ha rediseñado Laura Ameba en sus años de desarrollo de esta técnica, la cual la tiene promocionando el libro “Special Embroidery” en Japón, y con preparativos para una nueva exposición de sus bordados en Tokio. “Lo del libro fue como un sueño. Es tan difícil ser extranjero en Japón que el sólo hecho de que aprobarán el libro fue genial. A mi no me conoce nadie, menos en Japón, por eso ha sido tan gratificante ver mi libro en las mejores librerías del país”, cuenta Laura, quien llegó al país nipón luego de querer reinventar su vida en Barcelona. “Llevé mis hilos y mis bordados… un día en el estudio de una amiga organizamos una clase con otros conocidos y de pronto ¡zas! tenía exposición en Japón y más talleres programados para el siguiente año… y ha sido así durante 3 años consecutivos”, agrega.
-¿Por qué tu libro está solo en japonés?
-Está en japonés porque la editorial es japonesa y el libro está pensado para Japón al 100%. Pero es tan didáctico que aunque no sepas leer japonés, puedes entender y aprender a bordar igual.
-¿Cómo ha sido su recepción?
-Ha sido genial, principalmente porque en Japón las librerías eligen qué productos comprar y no porque tenga que estar. Entonces me siento feliz de que lo hayan escogido. El resultado son más de 600 libros vendidos en un solo mes, con 130 patrones para usar con las agujas punchneedle, proyectos para bordar en casa y algunas páginas con un poco de historia e investigación acerca del bordado en Sudamérica, incluido bordados de Chile por supuesto.
-¿Quiénes son tus principales referentes?
-La gran mayoría de las cosas que me gustan provienen de Japón sobre todo arquitectos y diseñadores, pero a decir verdad mis gustos son tan variados que no podría hacer solo una lista con algunos nombres ya que me interesan muchas cosas y depende mucho de mis temporadas de interés. Por ejemplo, ahora un referente es Junya Ishigami y toda la relación que pueda tener el espacio, el tiempo y la naturaleza.
-¿Cuál ha sido tu obra más gratificante e importante de desarrollar?
-Creo que de momento las dos primeras que hice: el bordado de la portada de Sonic Youth y la de Joy División. No es que sean piezas maravillosas, ni fuera de este mundo, pero las hice en un momento súper difícil en mi vida y con ellas comencé a dedicarme profesionalmente al bordado, quizás por eso son importantes para mi, pero aún no ha llegado alguna que me guste al 100%.
-En términos culturales y sociales, ¿qué es lo que te atrae tanto de Japón?
-¿Qué me dirías si te digo que en el vagón del metro puedes dormir sin que te roben el bolso, sobre todo si haces un trayecto larguísimo y te levantas a las 5 am para ir a trabajar? ¿Si pudieses ver a niños de 4 a 7 años viajando solos por la cuidad sin la compañía de un adulto? ¿Si tuvieras la oportunidad de comprar comida sana, las 24 horas, en un mini supermercado que te ofrece desde Vogue hasta productos para hogar e higiene? En Japón, todo eso es normal y pasa día a día. El transporte público es eficiente, el trato al cliente siempre es amable y con una sonrisa, aunque no te entiendan hablar o no sepas japonés. Es un lugar muy seguro y puedes sentirte tranquilo en todo momento. El día que vea algo similar en Chile o España, quizás mi amor por Japón será menor, pero de momento mi top 1 está ahí.
-¿Cómo consideras la valoración de actividades o técnicas manuales relacionadas con la costura, la confección, el arte y el diseño en general en este país?
-En Japón se valora el tiempo que dedicas a algo, por eso el diseño y el arte van muy ligados al respeto por el trabajo. Muchas cosas buscan encontrar un equilibro con la naturaleza y sobre todo el lema “menos es más” se hace notar en esta cultura. La artesanía tiene un valor agregado porque preserva las antiguas tradiciones de la figura de un maestro, o sensei, que lleve años dedicándose a traspasar sus conocimientos a discípulos. Aquí se valora el conocimiento y la pasión con la que se trabaja porque cada maestro siempre busca transmitir de una manera pura su arte.
-¿Hay más proyectos artísticos en los que estés participando de manera paralela?
-Actualmente soy artista residente en la fábrica de las artes Roca Umbert, que está a 30 minutos de las afueras de Barcelona. El lugar antiguamente fue una fábrica textil, y eso me está sirviendo de inspiración para un nuevo proyecto que estoy desarrollando con mi pareja y un par de amigos. Además de eso estoy trabajando en mi nueva exposición de bordado para Japón y también colaborando con algunos de mis ilustradores favoritos, al mismo tiempo que hago mi nuevo libro. Me faltan horas en el día, pero tengo varias cosas en mente que espero puedan verlas pronto.
Durante sus visitas a Santiago, Laura también realiza talleres de aguja mágica en la capital, los cuales publica como noticias en su blog craftbycat.blogspot.com o en su Fan Page de Facebook La Aguja Mágica.