En peligro real de ser molestosamente autorreferente, les voy a contar algo de mi vida personal: Una de las tareas en mi trabajo (no éste, el otro) es opinar y decidir acerca de los modelos, masculinos y femeninos, que eventualmente se les presentarán a los clientes para que protagonicen campañas y catálogos. Los dias de casting masculinos son especialmente esperados por la fuerza laboral femenina y gay de la agencia, y hace muy poco, tuvimos uno masivo. Entre bromas, comentábamos acerca de los chicos, que, como era de esperarse, reprersentaban lo más calado del modelaje comercial y avant garde trasandino. Y aunque las bromas tienen algo de verdad (no hay duda en que se trataba de chicos lindos, que se ganan la vida con eso) yo no podía evitar pensar para mis adentros en que, en realidad, no saldría a tomar algo ni al cine con ninguno. Muy jóvencitos, muy pero muy flaquitos, demasiado pálidos. Llámenme grasa, pero en un momento de mi vida (quizás entre los 23-24 años) , dejé de encontrar atractivo en los chicos modelos de alta moda y me empecé a decantar por el hombre real. Aclaro, disfruto mucho la moda masculina, me encanta ver a modelos masculinos en acción, en desfiles y editoriales. Pero en realidad, mi gusto por ellos llega hasta ahi, y los valoro del mismo modo que hago con las modelos femeninas.
Todo esto me vino a la cabeza despues de ver del desfile del Maestrísimo Yohji Yamamoto (imperativo, para cualquier amante de la moda, es conocerlo) duante la semana de la moda masculina en Paris que actualmente se está llevando a cabo. La ropa en si, no tenía mayor extravagancia (aparte de ser trajes impecablementes hechos e inusualmente anchos) , pero Yamamoto siempre se destaca. Esta vez fue porque varios de sus modelos traspasaban con creces la barrera de la edad y el peso que se les impone a los modelos masculinos de alta costura (usualmente caucásicos, femeninos, altísimos y delgados como un fideo).
¿Acto de protesta contra la uniformización de la belleza masculina? ¿Sucia y transparente movida comercial? Por raro, aplaudible o feo que nos parezca esta perfomance, las cosas sólo está siguiendo su cauce natural: Si durante los años anteriores , tuvimos varias muestras de búsqueda en las pasarelas de representantes -modelos- que dieran a la belleza y al cuerpo femenino otra cara, y que no se ajustaran a la modelo de proporciones típicas, era de esperarse que este tipo de manifestaciones se diera en el contexto de la moda masculina, tanto en rangos etarios como corporales.
Aunque quizás, contraponer las dos situaciones (modelos reales hombres- modelos reales mujeres) no tenga tanto sentido, despues de todo. Por un lado, los hombres en general no se sienten – a mi parecer- tan presionados como nosotras a regirse por un modelo estricto de belleza, y claramente la industria de la moda no les llega de la misma forma a ellos. Quizás, la iniciativa de Yamamoto, más que ser un llamado de atención en pro de la diversidad de la belleza masculina (un tema que quizás nadie se toma muy en serio) sea beneficiosa para los modelos masculinos que si tienen las mismas presiones que sus contrapartes femeninas (y una fracción del pago, comparando los más exitosos con las más exitosas).
Sea como sea, yo personalmente aplaudo la iniciativa. Y no es por ser políticamente correcta. Es porque simplemente soy fan del hombre real (y desde ya propongo club de fans).