Pocos espacios conservan el encanto estético y también la magia de las tradiciones como la Peluquería Francesa. Este clásico lugar creado por Victorino Tauzan en 1868, está empinado en Compañía de Jesús esquina Libertad y guarda los secretos de auténticos barberos que se dedicaban a peinar, recortar el cabello y también afeitar a sus fieles clientes.
Hoy constituido por un restaurant y una tienda, la Peluquería Francesa se mantuvo como un rincón de estilo europeo aun después de la muerte de Tauzan. Emilio Lavaud, hijastro de Tauzan, se quedó con el legado y continuó hasta que después lo sucedió un chileno, Manuel Cerda, quien hasta el día de hoy sigue en ese lugar. Y la historia familiar se renovó cuando el nieto de Lavaud decidió adquirir la peluquería e impulsarla nuevamente el 2011, bajo el concepto de Boulevard Lavaud.
El barrio Yungay y sus vecinos conocen fielmente este tradicional lugar, donde en un principio se atendían franceses, personas ilustres del barrio y de la clase alta. Hoy, entrar a la Peluquería Francesa es casi como visitar un museo y entrar a un mundo donde los grandes sillones de barberos, los espejos art decó o los utensilios nacarados viven entre modernidad y tradición, la misma que inició la instalación de peluquerías de acuerdo a los distintos sectores y con diversos estilos en toda la capital y el país.
