Dejó atrás su nombre en la marca rebautizándola como Eón, lo que se puede definir en el gnosticismo como “cada uno de los seres eternos, emanados de la unidad divina, que colmaban el intervalo entre la divinidad y la materia, formando el mundo espiritual”, y también por la filosofía como “período de tiempo indefinido e incomputable”. Para el diseñador Eduardo Galleguillos ésta va por la coherencia con su estilo romántico-revolucionario, como él mismo lo define. Ahora Eón llega con la campaña atemporal de Teorema Lúcido, una colección que reflexiona sobre contextos, formas y también el espacio.
“En el desarrollo de la colección conversan textiles naturales en un ciento por ciento con materiales sintéticos neutros que no alteran la naturaleza visual y práctica del cuidado del vestido. Así mismo, dichos contrastes se expresan en la naturaleza romántica que persigue la marca y que a través de una propuesta fotográfica desarrollada en conjunto se propone el claro/oscuro, el positivo/negativo como eje central de la manifestación del arte desarrollado en plenitud por el director creativo de la firma para que el contexto respondiera al mismo artificio de su imaginario”, señala el diseñador. Por eso vemos a través de las imágenes grandes contrastes entre los colores de la ropa, el maquillaje y el espacio.
“Ella es un humano, ella es un brote alienígena del pensamiento en suelo natural, ella es el color… Pero así como en la vida, nos conocemos, nos transformamos, algo pasa y nuestra forma modifica, así como la misma existencia modifica el contexto. Ella abstrae este último y finaliza siendo lo que preexistía; siendo un humano, siendo el color en la inmensidad de sus pensamientos que ahora, en su mundo exterior, es una nueva creación sobrecreada con manos humanas”.