Desde 1968, cuando los trabajadores sanitarios afroamericanos marcharon en Memphis con pancartas que simulaban prendas de vestir y proclamaban el mensaje “I AM A MAN”, pidiendo dignidad, respeto e igualdad, hasta 2017, cuando Maria Grazia Chiuri hizo su debut como directora creativa de Dior con el icónico lema “We Should All Be Feminists” -basado en el ensayo de Chimamanda Ngozi Adichie-, la moda ha sido históricamente una poderosa herramienta de expresión política y social. Y como siempre, la historia se repite. Esta vez con la consigna “Protect The Dolls”, una frase breve pero con mucha fuerza. Al principio, el concepto flotó por Internet como todo lo que está a punto de estallar, pero pronto se transformó en un emblema cuando la polera blanca, diseñada por Conner Ives, se convirtió en una pancarta portátil con la frase en letras negras, e hicieron más eco aún, al ser vestidas por figuras como el cantante Troye Sivan y el actor Pedro Pascal.
Fue tan solo hace unas semanas cuando la portada de British Vogue fue protagonizada por Billie Eilish usando maravillosos corsés para la edición de junio. La elegante sesión recurrió a diferentes estilos: desde marcas como Dolce&Gabbana, Valentino, Vivienne Westwood, Mugler hasta Alexander McQueen dieron pauta a la permanencia de la histórica prenda.