Lady Gaga fue la encargada de dar la pauta en el retorno inminente del broche. Y es que desde la investidura de Joe Biden, donde la intérprete lucía un precioso Schiaparelli con un accesorio dorado en forma de una paloma con una rama de olivo en su pico-símbolo de paz-, daba presagio al regreso de un complemento a los outfits de hoy.