Cuando pensamos en cómo luce una mujer que aparece en las portadas de las revistas pensamos inmediatamente en una mujer alta, delgada, pero con curvas, con piel perfecta, y ni hablar de detalles como el color de piel, de pelo y de ojos. El origen de este prototipo de mujer para ser modelo y rostro de una revista nos lleva a retroceder en el tiempo, donde desde los 50 a 60 la estampa de las modelos era el ideal a alcanzar, con la exuberancia de Marlyn Monroe y la feminidad de Twiggy. Evolucionando a los 70 y 80 con los cuerpos deportivos y tonificados de Farrah Fawcett o Jane Fonda, luego en los 90 con Kate Moss y con los ángeles de Victoria’s Secret desde los 2000 hasta hoy. Leer Más