El acelerado mundo de la moda es enfrentado por un movimiento que propone menos cantidad y más calidad. Prendas atemporales, de buena calidad, con producciones locales y que hayan sido parte de un respetuoso proceso de fabricación.
Hace un buen tiempo que el slow fashion anda rondando el mundo de la moda, aparece como un llamado de calma a la fabricación poco ética y al consumo aveces frenético, para volver a resaltar la esencia involucrando al consumidor. Siendo fiel a la identidad y promoviendo una compra especial y heredable de productos creados a partir de estilos personales, y no de tendencias globales.
El acento de esta propuesta no sólo está en la durabilidad de las prendas sino que también en el respeto y la conservación de las materias primas orgánicas y éticas, a lo que se le suma la preservación de las tradiciones y materialidad locales. Por ejemplo, en el Reino Unido la marca Makepiece trabaja con las tradiciones textiles y laneras de los Peninos, un área del norte de Inglaterra que es muy montañosa y que siempre se ha destacado por sus ovejas. Las diseñadoras de esta marca cuidan de sus propias ovejas, además de trabajar con hiladoras exclusivamente británicas y con tintes naturales que no dañan al medio ambiente.
Cúbreme, marca argentina que tiene como lema “La distinción y la lealtad de lo perdurable”, trabajan exclusivamente con telas naturales como algodón, que es cultivado por pequeños productores en el noroeste de Argentina, donde se da prioridad al cuidado del medio ambiente y al bienestar de las familias. Esta no es una decisión al azar sino que es considerada una decisión política que postula por un modelo económico inclusivo. También utilizan fibra de Llama, las que son criadas en su hábitat natural y todas sus prendas son tejidas en telares artesanales.
Ana Livni, marca uruguaya a cargo de Ana Livni y Fernando Escudero, también han desarrollado toda su propuesta en base del Slow Fashion, incluso tienen un manifiesto donde afirman “Hoy el movimiento SLOW nos salva con la movilidad pensativa, la preservación de los recursos naturales, el dialogo con la naturaleza y el interior de cada individuo. “Actitud sin prisa” no significa hacer menos, ni tener menor productividad, sino que significa trabajar en busca de una mejor productividad, superando la calidad con creatividad”. Creo que es destacable de Ana Livni y de Makepiece que se alejan de lo esperable en este tipo de propuestas, diseñando prendas que ofrecen más que muy buenas telas e impecable confección, sino que también se nota una búsqueda de algo nuevo, hay más experimentación en la intervención de telas, en el diseño y una gama de color más amplia que sale de los crudos, aparte de una presentación del producto más conceptual que lo hace también mucho más atractivo.