Gracias a la película “Black Swan”, la moda del ballet está ahora en todas partes: faldas con tutú, vestidos delicados como los que Rodarte diseñó para la cinta y ballerinas inspiradas en las que usaba Natalie Portman. Pero si debemos nombrar un calzado de mujer que condensa todo ese estilo y lo hace desde hace muchos años, es la marca Repetto, que se convirtió en el zapato de moda para las amantes de la calidad y comodidad de una vida sin tacones, con toques de elegancia retro.
La marca Repetto nace en 1947 cuando se fabricó el primer par de ballerinas de ballet. Cuando Brigitte Bardot solicitó un par especial en color rojo para usar en la película “Y Dios creó a la mujer”, la marca comenzó su idilio con las celebridades, que no sólo se remitieron a las mujeres. Repetto también fabrica zapatos masculinos, y el cantante Serge Gainsbourg fue el embajador oficial de ellos en los ’70. En el 2004, las ballerinas irrumpieron nuevamente para formar parte de la moda habitual, que se extiende hasta nuestros días. Claro que fue Audrey Hepburn la que en su look tipo beatnik en “Funny Face” caminaba por las calles de París con su atuendo altamente imitado: pantalones negros tipo pescadores, polera negra y cómodas ballerinas que volverían a ser tendencia en varias oportunidades más, y que Audrey usaría también con falda y vestido.
Aunque en Chile no se ven muy masivamente –se venden en Francia, Europa, EEUU y en una que otra tienda online-, las imitaciones no se han hecho esperar. Todas tenemos ese par de zapatos cómodos que invocan el diseño de la marca francesa, pero jamás su calidad. Aunque sus precios son altos (más o menos 120 euros por par), el estilo es fácil de encontrar en otras marcas y vienen en tantos colores y estampados que combinan desde el día hasta la noche. Sin duda, ya se convirtieron en todo un clásico.