La diseñadora Orsola de Castro, que creó su marca From Somewhere en 1997, y que también es co-creadora, junto con su pareja Filippo Ricci, de Esthetica en el London Fashion Week, es una de las pioneras de la moda sustentable. En la charla de “Revistiendo la industria de la moda,” dictada en el TEDxLondonBusinessSchool el 2013, Orsola cuenta el proceso del up-cycling, y por qué es más importante que el mero reciclaje.
Orsola de Castro comenzó su carrera en la moda de manera accidental. De hecho, su experiencia principal provenía del grabado. “Tenía un jumper que amaba, que estaba cubierto en hoyos, y quería salvarlo y usarlo. Entonces, lo bordé en cada uno de los hoyos y reparé cada una de las partes gastadas”. Esto es el cycling-up: darle a una prenda una nueva utilidad, otorgándole valor a través del diseño.
Fue en una fábrica italiana el 2001 cuando Orsola tuvo su momento de inspiración. Se dio cuenta de todo el desperdicio de tela que los grandes diseñadores dejan cuando mandan a hacer sus prendas a las fábricas, y que consecuentemente se desecha. Desde ese momento, la fábrica guarda todos los restos de tela para que Orsola pueda producir desde ellas. Con el tiempo, varias fábricas se sumaron. “Este proceso beneficia a todos, porque mientras limpio las fábricas de desperdicios, lo que hace que ellas puedan llamarse ‘fábricas verdes’, yo tengo acceso a una amplia gama de materiales distintos”.
Reclamar los restos de la industria textil es uno de los tres principios detrás de la moda sustentable. Los otros dos son el comercio justo y la producción ética, además del uso de productos biodegradables hechos por el hombre. El up-cycling y el reciclaje reducen la masiva cantidad de desperdicio y disminuyen la producción textil virgen innecesaria. “¿Pero por qué reducir?”, se pregunta la diseñadora. “Hay estudios que predicen que habrá un incremento de un 90% en el uso de textiles entre hoy y el 2020. La industria textil es una de las industrias que más contaminan en el planeta. 20% de la contaminación que llega a nuestro suministro de agua proviene de la industria textil. Además, la industria textil usa una cantidad inmensamente absurda de agua. Son necesarios 2720 litros de agua para hacer una sola polera. Y nos tomaría 3 años beber esa cantidad de agua. Por otro lado, 80% de lo que botamos es reutilizable”.
El reciclaje es relativamente común en la industria textil. Reciclar, y más específicamente el ‘down-cycling,’ requiere gastos de transporte, energía y agua. Pero el up-cycling tiene que ver con la cercanía. Todo lo que se necesita es imaginación y una máquina de coser. En ese sentido, es una solución completa desde el diseño para el problema ambiental.
En la actualidad, los diseñadores están diseñando para muchas más temporadas que las que la propia naturaleza inventó: primavera/verano, otoño/invierno, resort, mainline, diffusion line, sin contar la it bag, los must shoes, y miles de otras cosas. Por otro lado, los consumidores del Reino Unido están consumiendo 1,72 millones de libras esterlinas de nuevas telas al día; mientras que solo el 13% de lo que se desperdicia se reutiliza. “Además, hay que tener en cuenta los desperdicios de las fábricas que a veces solo son botados a la basura por no ser del color exacto. Incluyendo a esto, la protección de las marcas exige que todo lo que salga erróneo tiene que ser destruido”, cuenta Orsola.
Entonces, ¿la moda puede ser un instrumento político de cambio? “Alexander McQueen solía decir que la moda es tan indicativa de nuestro clima social y político que inevitablemente se vuelve un símbolo de nuestra generación”, dice la diseñadora. ¿Pero qué dice la moda de nosotros ahora? Tomemos como ejemplo el demin. “El denim es una tela milagrosa. Ha pasado de constituir los trajes de los trabajadores en los años 20, a ser un símbolo de rebelión. ¿Qué decimos de nosotros con el denim que usamos hoy? Cuando yo era joven, usaba blue jeans, y el blue jean llevaba la marca de mi trabajo; de mi vida. Si pintaba, el denim se manchaba o se rasgaba. ¿Pero qué puede decir de la vida hoy un denim rasgado? ¿Qué clase de vida es esa? Pareciera que todos pelean con perros cada mañana antes de ir a trabajar. Es ridículo”.
“El buen diseño se trata de encontrar una solución, y los jeans rasgados son un mal diseño que crea problemas, porque para crearlos se necesitan miles de litros de agua, 11 galones para ser precisos”, argumenta Orsola. Por eso es que el up-cycling es una de las soluciones que reemplaza este tipo de prácticas contaminantes. El up-cycling ofrece miles de posibilidades, entre ellas, ahorrar tiempo y costo de una vez. La ventaja es que hoy, los diseñadores jóvenes están viendo el up-cycling como una oportunidad real, y no solamente como un producto de consumo masivo. “Como el padre de la química moderna dijo: «En la naturaleza, nada está creado y nada es destruido; en lugar de eso, todo se transforma»”, concluye la diseñadora.
Charla en TEDx