Las tendencias de la moda suelen dictarse sobre las pasarelas, de la mano con los desfiles de las marcas más reconocidas a nivel internacional. Así, aparecen nuevos peinados, maquillajes y accesorios, pero ¿qué pasa cuando se utiliza un elemento simbólico para una cultura en particular? Eso fue lo que ocurrió con el bindi, que se pudo observar en varias de las modelos del desfile pre-fall de Chanel el año 2012, el que desde ese entonces ha motivado a celebridades a lucir entre sus ojos este delicado detalle, claro que sin ningún tipo de simbolismo, alejándose cada vez más de su real significado. Al observar la masificación de algo tan relevante para las mujeres del Sudeste Asiático, ellas decidieron crear una campaña virtual con el hashtag #ReclaimTheBindi, que busca educar y devolver el real significado a la zona situada en la parte baja de la frente.
Hace tres años Karl Lagerfeld se encargó de darle vida a este accesorio en el desfile pre-fall de Chanel, en el que se intentaron plasmar cada uno de los elementos característicos de la cultura Hindú, tanto como en la indumentaria, como en el estilismo de las modelos. Lagerfeld tomó la decisión de utilizar bindis como parte del maquillaje, y desde ese entonces, artistas, celebridades y mujeres de alta sociedad lo han implementado con más frecuencia como parte de su look para ocasiones especiales. Katy Perry, Selena Gómez, Miley Cyrus y Vanessa Hudgens son solo algunas de las ‘bindi lovers’ que han salido a lucir este accesorio en todo el mundo.
Hoy, es común toparse con este accesorio en internet y hasta en la calle, el único problema es que al convertirse en tendencia ha perdido su real significado, representar el tercer ojo.
El lugar en que se utiliza este punto, es la zona –según la cultura hindú– en la que se encuentra el alma; siendo el bindi una manera de localizar la energía que protege contra los malos espíritus y la mala suerte. Cosas como estas son las que la mayoría de quienes lo portan no tienen la mínima idea, y lo que la campaña virtual #ReclaimTheBindi busca cambiar. El movimiento nació en internet al mismo tiempo en que se desarrollaron festivales como la última edición de Choachella hace un par de fin de semanas atrás, que en sus registros mostró a cientos de mujeres que lo lucían con orgullo.
La forma en que tomó fuerza esta campaña fue anónimamente a modo de hashtag y selfies, con los que de a poco se fueron sumando más y más personas pertenecientes a Medio Oriente que luchan por revindicar uno de los íconos más característicos de su cultura. La idea de la campaña tiene que ver con educar y capacitar, para que entiendan que la cultura no es un accesorio de moda, sino al contrario, algo que diferencia inmensamente a un grupo de otro.
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