Las luces se prenden y somos testigos del show más asombroso de la jornada. Ciclistas, acróbatas y un carro alegórico sirvieron de preámbulo a la entrada de modelos que luego de cada pasada iban ubicándose estáticos frente a un público asombrado.
Un repertorio enorme y completísimo pretendió acarrear un particular estilo étnico con reminiscencias bolivianas hacia el contexto urbano. La tarea de 12-na fue cumplida con maestría, mezclando estampados, colores y texturas. Si bien en su gran mayoría las prendas femeninas acabaron siendo vestidos sobre la rodilla, en los detalles constructivos se vio la novedad. En cuanto a los hombres es remarcable cómo el equipo logró llegar a resultados estilosos y poco tradicionales pero que mantienen la masculinidad y la comodidad. Los zapatos fueron una propuesta de calzado tremendamente ingeniosa que amerita ser destacada en esta ocasión.
Impecable y sobresaliente, una colección que debe servir de ejemplo para el diseño emergente en nuestro país.