Adorada por su manera irreverente y sin filtro a la hora de escribir, Cintra Wilson es una crítica cultural estadounidense ávida por desmenuzar cada uno de los componentes semióticos que componen nuestra sociedad actual. Su trabajo como columnista para el New York Times a mediados de la década del 2000, cuando escribía la columna “The Critical Shopper”, le abrió las puertas al mundo de símbolos y significados de la moda. Hoy, esta escritora y también guionista de televisión se encuentra en plena difusión de su libro “Fear & Clothing: Unbuckling American Style” (2015), donde habla acerca de su viaje por Estados Unidos observando guardarropas, para ver si los ecosistemas económicos de cada región se manifiestan en la forma de vestir de sus habitantes.
Tres años viajó Cintra Wilson por Estados Unidos para afirmar su convicción de que la ropa que guardamos en nuestro clóset es un mero reflejo de nuestras opciones políticas, sexuales y educativas, así como del estrato socioeconómico y nuestros sueños y fantasías. “La ropa y el acto de vestirse conciernen a toda la persona humana, a todo el cuerpo, a todas las relaciones del hombre con su cuerpo y a las relaciones del cuerpo con la sociedad”, es la cita que Cintra acuñó del filósofo y semiólogo francés Roland Barthes para expresar la importancia de sus observaciones a la hora de entender cómo nos comportamos y definimos en términos de vestuario.
Para ella, la moda debe entenderse como un lenguaje de referencias; uno que viaja tan rápido como las jergas de registro informal que a veces inventamos (slang) y que, tal como las tendencias, van y vienen a medida que pasa el tiempo. Por eso no le fue nada extraño encontrar patrones comunes entre personas desconocidas viviendo en una misma zona geográfica, como la gente de Miami vistiendo casi sin ropa—”como prostitutas”— con muchas joyas y brillos en accesorios.
En total son 15 los “cinturones”, o zonas geográficas específicas, que agrupan a personas vistiéndose, pensando y comportándose de manera similar, según Cintria. San Francisco, por ejemplo, es la ciudad del cinturón de macramé, donde puedes esperar mariposas, flores y colores saliendo de cualquier guardarropas; mientras que Utah, el Estado conocido por su gran presencia de mormones (+60%), viste el cinturón de la castidad y por eso el subtítulo de su apartado: “aquí vienen las novias”. Al mismo tiempo, Washington es la ciudad del poder, donde la ropa, en un sentido psicológico, “se asemeja a la industria de defensa que impulsa la economía de la ciudad“, y Nueva York por la avaricia, donde las declaraciones de la moda, en general, reflejan estados de cuenta bancarios como: “Tengo dinero/Necesito dinero/No tome mi dinero/Estoy tomando su dinero”, de acuerdo a esta autora.
Más allá de las categorizaciones y las realidades parciales que puedan darse a conocer de un país como Estados Unidos, “Fear & Clothing: Unbuckling American Style” es un libro que desmenuza muy bien lo que puede entenderse por semiótica de la indumentaria y cómo una persona puede llegar a ser “leída” por las opciones que configuran su guardarropas. Tal como la frase “eres lo que comes”, Cintria Wilson explica que también “eres lo que vistes”, pero que a diferencia de lo que muchos puedan entender como moda, el estilo es lo que realmente diferencia a unos de otros. Para ella, el estilo no depende del dinero, la edad o la forma de tu cuerpo, sino de cómo ocupas el acto de vestir: como una opción consciente para reflexionar sobre los rasgos de tu personalidad, o como un arma impuesta por publicistas y marcas de moda que dicen saber lo que queda bien y hará sentir fabulosa.
“Colors Insulting to Nature: A Novel” (2005); “A Massive Swelling: Celebrity Reexamined as a Grotesque, Crippling Disease and Other Cultural Revelations” (2001) y Caligula for President: Better American Living Through Tyranny (2010) son los otros tres libro de esta escritora cuyo afán por escribir novelas y obras de teatro, también han marcado su carrera. Si les interesa alguno de ellos, pueden encontrarlos todos en Amazon bajo el siguiente link.
Imágenes The Guardian, Amazon, Blogspot y Vogue