Directamente desde Austria apareció hace un tiempo, un disruptivo rapero/modelo con una propuesta estética que mezcla mucho blin blin al más puro estilo reggaeton, un rosado abundante, uñas de colores, millones de imágenes de la popular Hello Kitty, tatuajes temporales y un físico que muchos considerarían envidiable. Nicola Formichetti -director de arte de Diesel- lo descubrió, y desde ese momento varios artistas como Terry Richardson se han interesado por plasmar en sus piezas el revolucionario estilo que este personaje impone. Aquí les presentamos a Jakob Kasimir, más conocido como Candy Ken.
Todas estas ganas de plasmar en su apariencia física colores y elementos que socialmente encasillan a las personas en determinados nichos culturales, provienen desde la infancia de Jacob, donde se enamoró de zapatillas floreadas, fue un fanático de los esmaltes de uñas, y tuvo varias camisetas de colores potentes. Ganas que él mismo se obligó a ocultar por miedo a ser juzgado y a sufrir de bullying en la adolescencia, pero que fueron liberadas ya un poco más adulto, cuando fue descubierto por el ex diseñador de Lady Gaga y actual director de arte de la firma Diesel. Su peculiaridad fue tal, que no tuvo que pasar mucho para que Terry Richardson lo invitara a formar parte de una osada sesión, donde expondría toda su esencia compuesta por una inmensa mezcolanza de conceptos; y que terminó por lanzarlo definitivamente a la fama -sobre todo en Asia-.
Su música pareciera estar influenciada por Die Antwoord tanto en el sonido como en la estética, que mezcla cosas que parecen incompatibles, fórmula que resulta ser atractiva tanto como para hombres y mujeres. Solo basta con entrar a su cuenta de Instagram y echarle un vistazo a sus seguidores fanáticos de las imágenes con poca ropa, capturas de Snapchat, y un auténtico sello. ¿Quieren escucharlo?, les dejamos uno de sus videos.