En el penúltimo día del SPFW los desfiles siguen y siguen. A continuación, los dejamos con los tres últimos shows de la jornada de ayer.
Uma Raquel Davidowicz: Elegancia sin pretensiones.
La de esta marca es una propuesta innovadora alejada de los brillos y bordados, para centrarse en una estética más bien andrógina, pero que gustó precisamente por lo auténtica de su estética y show. Lo otro llamativo fue la presencia de algunas modelos por sobre los cincuenta años, demostrando que la elegancia verdadera no tiene edad. Si bien la siluetas son sueltas, al mismo tiempo son acinturadas, lo que hizo ganar femeneidad a los looks andróginos.
João Pimenta: Libertad creativa
Es la primera colección enteramente masculina presentada en esta edición del SPFW. La propuesta avante garde de la marca es completamente coherente con la historia de la etiqueta y con la inpiración del diseñador, quien recurrió al steampunk, género retrofuturista de la ciencia ficción, para crear el imaginario de esta muestra. La paleta de colores estuvo compuesta por colores oscuro lo que acentuó lo dramático de las formas y de la puesta en escena misma. El propio diseñador reconoce que se trata de un desfile nada de comercial, pero del que espera rescatar algunas telas vistas en la pasarela para usar comercialmente.
Lino Villaventura: El McQueen brasilero.
Los asistentes al show de Villaventura aplaudían eufóricos luego del show del diseñador que cerró la joranda de desfiles del día de ayer. La colección estuvo compuesta por piezas de volúmen considerable que iba in crescendo a medida que se acercaba el final del show. La colección exhibe mestría en los detalles, donde destacan los bordados hechos a mano. La puesta en escena del desfile fue absolutamente dramática, con música sacada como de un thriller psicológico y con modelos de poses elaboradas. Todo lo que redundó en el aplauso cerrado del público.