Carolina de Mónaco en Gianni Versace para la revista Amica, 1988.
En marzo de este año, se anunció que Charlotte Casiraghi, hija de la Princesa Carolina de Mónaco, sería el nuevo rostro de la firma de lujo Gucci. Frida Giannini, la diseñadora de la marca, la escogió para representar la línea “Forever Now”, que mantiene el tema de la equitación como centro para mostrar pañuelos y bolsos con el logo de esta tradicional firma italiana. Pero Charlotte ha sido solo una de las integrantes de la familia Grimaldi en aparecer como modelo para famosos fotógrafos en revistas y publicidad: su mamá y tía también aparecieron en portadas como la de Vogue Paris, sin contar que su abuela fue musa de la casa Hermès.
Si hablamos de títulos nobiliarios relacionados con la moda, la Princesa Luciana Pignatelli destacó ampliamente en los años ’60 y ’70 a través de la marca de jabones Camay, para la cual fue rostro, pero también en la pasarela del indiscutido rey de la alta costura de Italia, Valentino. Fue con este retirado diseñador que Pignatelli cimentó su elegancia a través de revistas y editoriales como las de Vogue, junto a su amiga y también noble, Princesa Ira Von Furstenberg, quien modeló trajes de Emanuel Ungaro. Ira destacó llevando el famoso modelo Mondrian de la colección 1965 de Yves Saint Laurent sobre la pasarela, y además fue Relacionadora Pública de Valentino, cuñada de Diane Von Furstenberg y sobrina del mítico Gianni Agnelli.
Para Mónaco, al parecer la moda está ligada al ADN de sus mujeres. Mientras la Princesa Grace fue sinónimo indiscutido de elegancia y modelo a seguir en el mundo de las revistas de moda – donde destacaba llevando trajes como la túnica multicolor de Marc Bohan para Dior en los ’60, o los trajes de Oleg Cassini-, sus hijas siguieron el mismo camino. Carolina de Mónaco aparece no solo como una musa para Karl Lagerfeld y Chanel, sino también como modelo para el propio Andy Warhol, quien la retrató en la portada y en las polaroids de Vogue París en 1983. Además, apareció sucesivamente en las portadas de la misma publicación, y también en otras como L’Officiel. Sin embargo, fue Estefanía de Mónaco la que tomó la profesión de modelo en alguna época: fue representada por Elite en los ’80, se convirtió en aprendiz de Marc Bohan en Dior y fue rostro de La Praire, además de aparecer en portadas de Vogue París y editoriales de L’Officiel. Aunque existen varios casos más, el más famoso relacionado con la nobleza y el modelaje viene de la mano de Catherine Oxenberg; como hija de la Princesa Elizabeth de Yugoslavia, Oxenberg destacó por su belleza en diferentes editoriales de moda y revistas, y además fue actriz destacada en la serie de culto “Dinstía”.