En 1920 apareció por primera vez un clásico que nunca deja de ser usado: la chaqueta de tweed de Chanel. Sinónimo de un look refinado y también moderno gracias al jeans, el tweed surgió en el siglo XIX en las tierras escocesas e irlandesas como una tela que permitía sobrellevar el frío con una estampa única para hombres, y gracias a Coco Chanel, también para mujeres.
El tweed se convirtió en el material favorito de quienes practicaban la caza y otras actividades al aire libre en Escocia; la durabilidad de sus fibras y la dureza del tejido ayudaba a su popularidad. Sin embargo, en un inicio todo era utilizado por personas de clases altas; la clase media comenzó a llevar esta tela en un afán por imitar un estilo de vida lejano, tomando la forma del arribismo estético, el que acabó en los ’60 cuando los mods revivieron su uso.
Los años ’80 trajeron de vuelta el tweed con la intensidad reconocida a través de la ropa femenina. Las chaquetas y blazers de grandes hombreras se mezclaron con la tradición Chanel, y en Chile fue la marca y tienda Click la que más tomó forma en esta tendencia. El estampado tipo Houndstooth fue el que más se llevó en vestidos y chaquetas, y también hoy revive en capas. Sin embargo, lo primero que aparece en la mente apenas se pronuncia la palabra tweed es el traje de dos piezas Chanel, un inconfundible que nunca pasa de moda.