La historia de la cartera, es también la historia de la intimidad,de lo necesario o fundamental,de aquello que puede salvaguardar los minutos de aburrimiento o transportar ayuda, tras el encuentro de un objeto valioso.Tomando en cuenta el pasado y la historia, la aparición de este objeto se remonta a los griegos y romanos, quiénes vieron gran utilidad en su uso. De esta manera, llevaban distintos utensilios que les servían tanto para la caza como para las largas caminatas. En un inicio la cartera tomo el rol del bolsillo, reemplazándolo y además buscando la comodidad de quién lo portaba.
En la Edad Media aparecen las escarcelas, esta es una bolsa de líneas redondeadas por abajo y por arriba, la cual era usada por los mensajeros y peregrinos para llevar documentos importantes. Este pequeño bolso era sellado muchas veces con un puñal, para no permitir el robo de lo que se traía adentro.
La religión por su parte, también hizo uso de la cartera, siendo las limosneras quienes destinadas a guardar las donaciones, empezaron a incluir una segunda bolsa de cuero. Por otra parte, los ciudadanos comunes, incluyeron su uso amarrados en cinturones y cordones que ataban en sus cinturas.
Así, este “contenedor de cosas” paso de ser un objeto propio de los estratos sociales más bajos, a ser un símbolo de status en esta época. Mientras más dinero y poder poseías, más elaborada y fina era la cartera que llevabas.
Ya en el siglo XVIII, el pintor Jacques Dumont en su cuadro “Madame Mercier” retrata la gran importancia que éstos bolsos tenían en relación al vestuario y el resto de la decoración. Su aparición es exaltada como vector de femineidad.
En el siglo XX, la cartera tiene un lugar primordial dentro de los accesorios femeninos y su lugar esta muchas veces por sobre los guantes, sombreros y sombrillas. Desde el año 1940 y la aparición de distintas marcas tales como: Hermés, Chanel, Vuitton, Gucci, Prada, Dolce & Gabana y Dior, el universo de este complemento se extiende y se reinventa día a día.
No sabemos con exactitud el porque del protagonismo de este accesorio. Quizá fue en manos del cine o la globalización de la moda o por la princesa Grace Kelly o bien por la bella Jane Birkin. Lo claro, es que tanto la Edad Media como el siglo XX, la búsqueda por la excentricidad y singularidad ha estado sujeto a este tesoro de secretos, es decir, la cartera.
