Peluquería de Barrio

Peluquería de Barrio

No sé como funcionará este tipo de servicio por sus sectores, pero por el barrio en donde vivo hay muchas “peluquerías de barrio”.

Igual es un tanto extraño por como continúan “vivas” y más encima -por lo menos en estos lados donde me encuentro- como son capaces de generar una adicción a los servicios que se entregan en sus dependencias, las técnicas anticuadas y desfasadas en el tiempo y espacio que ahí se aplican a la hora de solicitar un determinado peinado o corte de cabello –eso es cuestionable de todas formas según el criterio de cada uno y si por lo menos ustedes están cerca de alguna revista o blog “súper” donde aparece constantemente el “modelo a seguir para el look perfecto” o la “melena perfecta al despertar” pueden ver que este comentario no es mala onda ni realizado de manera gratuita- donde casi siempre termina siendo una “interpretación” de lo que uno en realidad quiere y necesita.

No creo que sea muy lejana la experiencia de haber tenido algún matrimonio, graduación o fiesta y justo una tía, prima o amiga se fue a “producir” a la peluquería y salió con un peinado que parecía torta de novia; con los bucles en las patillas como si fueran cintas de regalo navideño, una chasquilla tiesa casi a punto de quebrarse si la tocan o casi intoxicadas con esa laca que sonaba al apretar el envase mientras salía ese liquido de color rosa que si había un cigarro encendido cerca… podrías haber explotado! O haber ido sólo a cortarse “un poco” las puntas y haber salido con casi 5 o 10 cms menos de pelo.

Por esto y mucho más amo la magia que tienen estos lugares, sobretodo por los lazos que son capaces de crear con sus clientes; los cuales aunque tengan el peinado más extraño y menos apropiado a sus necesidades… esperan pacientemente para ser atendidos por tan distinguido maestro del estilo del block.

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