En 1956, Ernesta Pasotti trabajaba en una fábrica de paraguas en Milán cuando decidió llevar el oficio a su ciudad de origen. Cada modelo era confeccionado a mano, entregado de manera especial y con una pasión única. Así creció el negocio y el resto tuvo que involucrarse para trabajar en la marca, que hoy sigue siendo reconocida por sus finos modelos, llevando el apellido familiar.
Aunque las alternativas modernas ya no permiten que el negocio tenga una producción industrial alta, más de 40.000 modelos se confeccionan al año y se venden en distintas tiendas, y por supuesto, estos modelos han estado presentes entre las celebridades. Editoriales, películas e imágenes como la de Bradley Cooper en Vanity Fair llevando un Pasotti han mostrado la tradición italiana por el mundo.
Algunas de las ediciones especiales de los paraguas incluyen puños con aplicaciones de cristales Swarovski, calaveras, sarcófagos egipcios y mucho más. La parte de tela también juega con estampados y colores fuertes, aunque lo sartorial está ampliamente presente: revistas como Esquire, asistentes a Pitti Uomo y más llevan los Pasotti como artículos de colección.
Fotos: Pasotti.