Este jueves cerramos la revisión con los últimos desfiles de la semana de alta costura en París, la más emblemática y para muchos, importante de todas. Los últimos bastiones de las casas de moda tradicionales se unen a invitados y tradicionales estilos de noche que gustan a celebridades como Jennifer Lopez, así que en esta pasada hay propuestas para todos los gustos.
Valentino fue una de las marcas más destacadas en esta semana, y siempre sorprende con delicados trajes. Bordados dorados, telas superpuestas que crean transparencias refinadas además de colores variados, se movieron en una colección que de seguro alimentará el gusto de más de alguna actriz que esperaba un traje único para lucir en los Oscars. Por otra parte, la simpleza y destreza de Jean Paul Gaultier para drapear, cortar y configurar trajes y telas llamativas fue la base para su desfile, más que bordados de oro y plata. Y Elie Saab sigue bajo un estilo de trajes largos con bolsillos y muchos brillos, en un oficio que ya lo ha hecho propio.
Armani Privé apareció inspirado por la naturaleza en una serie de trajes perfilados para una mujer madura con gusto elegante. Alexandre Vauthier fue capaz, brillos y algo más juvenil que el resto de las colecciones, mientras Viktor & Rolf se centró en una procesión de mujeres-flor que llevaron sandalias para la pasarela. Stephane Rolland consiguió como siempre el efecto espectacular con sus trajes, mientras Ulyana Sergeenko ha pasado de un capricho de mujer adinerada a una propuesta interesante con bordados y siluetas de folclor tradicional. La semana la cerró Loris Azzaro, la misma marca que en los ’60 era la favorita de Jane Birkin y luego de Angie Bowie, con trajes que no despertaron mucho interés pero han dado cuenta de un revival suave y firme.
Fotos: Now Fashion y Style.