Ayer en la semana de la moda de París se vivieron dos de los desfiles más esperados, por una parte Sarah Burton y su primera propuesta para Alexander McQueen y por otra la expectación que siempre genera las puestas en escena y diseños del kaiser.
No podemos dejar de pensar en el inmenso peso que Sarah Burton lleva sobre sus hombros al haberse hecho cargo de la dirección creativa de la marca del talentoso y aclamado Alexander McQueen, todo el mundo estaba expectante de este desfile y logró salir airosa respetando la impronta del difunto diseñador. La crítica alabó esto diciendo que Burton posee una familiaridad y fidelidad absoluta hacia McQueen manteniendo incluso la fantasía que definía el trabajo del diseñador, por supuesto aportando con su propia impronta suavizando el diseño del frac, pieza clave en las propuestas de McQueen como también dándole una atmósfera a la puesta en escena mucho más soft.
Chanel mostró una colección inspirada en la película francesa “El año pasado en Marienbad”, para la que en 1961 Coco Chanel diseño el vestuario de la protagonista Delphine Seyrig, con una puesta en escena en la que habían 80 músicos que tocaron durante los 18 minutos que duró el desfile piezas de Björk, The Verve y John Barry. En este desfile fueron claves los agujeros y terminaciones “desprolijas” en una colección en la que Karl dijo había propuesto nuevas materialidades. También estuvo presente el traje de dos piezas, infaltable, al que dio una nueva mirada proponiendo shorts, mangas tres cuartos y chaquetas en forma de A.