Colaboración por Mayara Bayer
Hace ya un tiempo que el mundo de la moda ha estado abandonando los estereotipos clásicos y variando en sus estándares de belleza. Esta nueva tendencia se refleja en modelos que llaman la atención no por sus facciones perfectas, sino por ser distintas. Un ejemplo de esto es Kelly Mittendorf, modelo estadounidense que destaca por sus particulares rasgos y de quien se podría decir que pertenece a la nueva generación de modelos con belleza “inusual” como Lindsey Wixson, Daphne Groeneveld y Lily Cole.
Fue descubierta a los 11 años por una agencia de modelos en Arizona. Sin embargo, su carrera como modelo realmente comenzó a los 16, cuando firmó con una agencia en Nueva York y fue seleccionada para una campaña de Prada. “Estaba en una clase de matemáticas cuando mi madre me llamó y me dijo que había quedado seleccionada para una campaña de Prada. Ése fue mi último día de clases”, comentó en una entrevista a Liana Satenstein en una entrevista para Vogue.
Su cara cuadrada, pómulos prominentes, ojos muy particulares y tez pálida con una que otra peca, en conjunto con su delgada figura y 1,76 mt de estatura son una combinación difícil de ignorar.
Imágenes de Tumblr (kmitt.tumblr.com) e Instagram @kelly_mittendorf