Desde hace algunos años que Bolivia ha empezado a vivir una fuerte corriente de autovaloración de sus costumbres e identidades. Las nuevas ideas arquitectónicas y artísticas, como la Arquitectura alteña con grandes referentes como Freddy Mamani que han dado vida a la arquitectura Neo – andina, han posicionado a Bolivia como un referente en identidad, originalidad y rescate de la esencia de la cultura local. Han demostrado al mundo la urgente necesidad de despertar de la auto valoración de costumbres y estéticas que han sido postergadas en pos de una acercamiento a los cánones occidentales desde cualquiera de sus aristas.
Las Cholitas, mujeres características de los territorios andinos que usan pollera, un pequeño sombrero, mantas de lana de vicuña y aguayos, pese de ser una clara unión cultural español-mestiza, se han convertido en el referente de la cultura Boliviana. Es por esta razón que cada vez más la estética de la Cholita Paceña se instala como una fuerte imagen de identidad inspirando a diseñadores como Glenda Yañez y cambiando e interpelado los prototipos occidentales de los concursos de belleza. A principios de este mes se llevó a cabo en el Museo Tambo Quirquincho en La Paz, el concurso “Chola Transformista 2018”. Un lugar importante para una sociedad que a pesar de ser fuertemente machista ha dado un claro avance en el respeto a las comunidades trans, como la norma que permite a transexuales y transgéneros cambiar de identidad en el sistema público de registro civil, dictada por el presidente Evo Morales en mayo del 2016.
Se trata de “realzar la vestimenta para visibilizar la pollera”, explica Madison Rodríguez de 35
años, en un bello acto de dignificación de la mujer indígena quechua. “Mi madre y mi abuela
vestían pollera, pero debido a la intolerancia y discriminación mudaron sus vestidos por otros
occidentales”. Avanzar como comunidad LGBT+ crea además la imperiosa necesidad de la valoración de la esencia cultural de los territorios. Altamente valioso es ver a transformistas dignificando atuendos que más allá de ser un cambio de la visión estética de la Performance , sitúa a las diversas estéticas altiplánicas en los discursos de libertad y expresión tanto de los derechos como de las identidades.
No solo a través de los atuendos es que se elige la mejor Chola Transformista, sino también con sus bailes y discursos. “Creemos que a través del transformismo se están mostrando estas nuevas estéticas corporales, de pensamiento y de ideales sociales “, declaró Andrés Mallo, presidente del colectivo Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales de Bolivia . El concurso “Cholita Transformista“ es parte de un emergente movimiento dedicado a reivindicar los derechos de las comunidades LGBT+ en Bolivia y que inspira su ideal en la ya antigua presencia de transgéneros en Carnavales y comparsas de las celebraciones religiosas de los territorios del Altiplano. El orgullo de la mujer de pollera ha posicionado el respeto de sus habitantes para con sus tradiciones, visiones de mundo, conceptos de diversidad, respeto y tolerancia y por sobre todo la revaloración de estéticas que nos son propias y que por mucho tiempo hemos negado debido a las visiones estéticas de belleza del mundo occidental.