Es difícil manejar una empresa familiar con tanto éxito como Missoni, sobre todo cuando hablamos del mundo de la moda. Y más aun hacerlo desde la parte administrativa hasta la creativa, área cubierta por Angela Missoni, madre de la famosa Margherita. Pero Missoni ha demostrado durante su pasarela de primavera verano 2012-2103 que los tejidos típicos de la firma también pueden dar paso a otras opciones, con total éxito.
Tal como el op art de las pasarelas neoyorquinas que se encarnó en Marc Jacobs y Vivienne Tam, Missoni dio su propia visión acerca de la geometría al vestir. Tomando en cuenta una de las tendencias más vistas no solo en ropa sino también en pelo –el ombre o degradado-, Missoni da cuenta de un lujo que también puede ser canalizado a través de los estampados, que van en colores blancos hasta rojos, pasando por verdes y azules, rematando con el siempre elegante e infaltable negro.
Los vestidos fueron la prenda más destacada de la selección; dejando de lado el estilo que caracterizó a la firma en desfiles anteriores –tejidos y mezcla intercultural-, Missoni se asemeja más a la sofisticación juvenil tipo Prada o Miu Miu, con grandes lentes de marcos blancos y semi transparencias que nada tienen que envidiarle a otras firmas. Esta puede ser quizás una de las mejores colecciones que ha lanzado la marca italiana de lujo tradicional en muchísimo tiempo, y sin duda será una de las más vendidas.
