El comprar y refaccionar ropa usada se ha transformado, desde los años 90, en algo común en el guardarropa de muchos. La moda alternativa tranformó la ropa usada de una necesidad económica a una opción personal, que más tenía que ver con la búsqueda de un estilo particular que con sólo los costos. A pesar de que para cierto público el comprar ropa usada sigue siendo algo “exótico”, para la mayoría de la población menor de 40 años “la americana” se ha masificado tanto que, hoy en día, tiendas como Nostalgic y Orange Blue han formado verdaderos conglomerados comerciales que nos aseguran cierta exclusividad y buenos precios (nunca tan buenos precios como en las ferias, por supuesto). Pero por otro lado, el refaccionar ropa usada es mucho más que una opción “Cool”. La cantidad de ropa que se produce a bajos precios, más la rapidez con que las nuevas tendencias se consumen y pasan de moda, hacen que muchísima ropa se transforme en basura al poco tiempo de ser usada, y darles una segunda opción a estas prendas ya no tiene que ver con una búsqueda de lo “vintage”, sino con consumir moda concientemente. Si lo hacemos con la energía, ¿porque no empezar a hacerlo con la ropa?
Seguro que la idea ya ha rondado varias cabezas, pero las siguientes marcas lo están llevando con éxito a la acción, y le están poniendo cerebro y corazón al asunto, porque más que sólo re-vender la ropa, la re-construyen para llegar a un punto de individualidad que liga a la prenda no sólo con la moda, sino también con el arte, el diseño textil, el graffiti, y la artesanía entre otras.
Andrea Crews: Es quizás la marca más reconocida en el tema debido a que entre sus clientes se encuentran celebridades como Yelle y Santogold. Creada por la francesa Maroussia Rebecq, representa “una opción social, económica y ética”, que se basa en el trabajo multidisciplinario de talentosos diseñadores, artistas, dj´s, estilistas, entre otros. Aparte de realizar desfiles, workshops y fiestas, la marca colabora con fundaciones como Cáritas, comprometidos de forma integral con el concepto que defienden. En su web podemos encontrar ropa entre 40 y 300 euros, no es barato pero garantizan la exclusividad.
12- na : Dos diseñadores argentinos, Mercedes Martinez y Mariano Breccia, trabajan entre Buenos Aires y Santiago con una premisa parecida: Ropa artesanal, única y “doceñada”, muchas veces reconstruida de manera irreconocible pero finalmente mucho más atractiva. En sus manos, los polerones ochenteros quedan transformados en ponchos, camisas escocesas en shorts, y así sucesivamente. A través de su flickr y su Myspace podemos ver sus extensas colecciones masculinas y femeninas (que llegan a las 3000 prendas!), y que han sido popularizadas por gente como Julieta Venegas y Gustavo Cerati.
Juana Diaz: La premiada diseñadora y artista textil ha realizado varias iniciativas que se basan en su preocupación por la reutilización, re-apreciación y la exploración de viejos materiales. A través de la exposición de tapices “Huellas-degüellas”, y del evento Rave Couture, ambos realizados a fines del 2007 en el centro cultural de Las Condes, Juana dejó un recuerdo permanente en aquellos afortunados que a través de estas experiencias aprendieron a reutilizar con técnicas fáciles de construcción y confección. Por ahora, no hay noticias de una nueva Rave, pero estaremos al tanto porque después de la primera mucha gente quedó con ganas de participar y de comprar. En su página, aún se puede ver algunas de las piezas de la exposición. Hay un montón de otras personas que se nos quedan en el tintero, pero si tienes un dato como éste, propio o ajeno, déjanos tu comentario acá abajo o en la sección “dame tu dato“.