La falta de diversidad en la moda es un fantasma que amenaza a diseñadores y pasarelas. Cada temporada, son varios los sitios web y revistas que monitorean la participación de modelos de color y la inclusión como parte de un mundo donde supuestamente ya avanzamos en esos términos. Sin embargo, son pocas aquellas que logran convertirse en musas más allá de sus rasgos o lugares de origen y por ello la angoleña Maria Borges acaba de hacer historia. La modelo se transformó en la primera africana en protagonizar la portada de Elle en el siglo XXI.
¿En serio ha pasado tanto tiempo desde que vimos a una modelo africana en Elle? Por lo menos si miramos hacia atrás, justamente a fines de los años ’90, Alek Wek era la sensación de la moda y una de las más atrevidas modelos de las pasarelas. La sursudanesa protagonizó la portada de la Elle norteamericana en 1997, con un retrato de Giles Bensimon, quien aseguró que “hay muchas mujeres que lucen como Alek hoy en Estados Unidos, pero no aparecen en ninguna revista”. El número fue un éxito de ventas y Wek quebró barreras al ser la primera modelo africana en Elle. Ni siquiera Iman, la esposa de David Bowie y un icono del modelaje, apareció en la portada en sus mejores años.
Maria Borges saltó a la fama cuando se transformó en un ángel de Victoria’s Secret pero lo hizo demostrando que lo suyo era romper esquemas. Decidió que en la oportunidad llevaría solo su cabellera natural, la misma que es producto de tratamientos por parte de mujeres afroamericanas para hacerlo lucir más liso. Pero Borges, orgullosa de sus raíces, decidió que el 2015 dejaría la vara alta y para el 2016, repetía su hazaña con elegancia. Con la portada de US Elle, Borges celebra su hito en las redes sociales pero también deja de manifiesto que la industria aun no avanza como quisiéramos en términos de diversidad.
Fotos: Beyond Classicaly Beautiful, Fashion Wire Press, Independent.
